Hyundai Motor Company ha puesto hoy la primera piedra de su nueva planta de producción de pilas de combustible de hidrógeno en Ulsan (Corea del Sur), un proyecto industrial clave dentro de su estrategia HTWO. La compañía invertirá 930.000 millones de wones (563,8 millones de euros) para levantar unas instalaciones que fabricarán pilas de combustible y electrolizadores de nueva generación destinados tanto a movilidad como a usos industriales y marítimos.
La fábrica se construirá sobre un solar de 43.000 m² donde antes funcionaba una planta de transmisiones para motores de combustión. Hyundai subraya el componente simbólico de esa reconversión: pasar de producir componentes para coches térmicos a fabricar el “corazón” de los sistemas de hidrógeno, en línea con el giro del grupo hacia soluciones de cero emisiones.

30.000 pilas de combustible de hidrógeno al año
Según el plan hecho público, la planta integrará en el mismo emplazamiento las operaciones de procesamiento químico y ensamblaje y tendrá una capacidad inicial de 30.000 pilas de combustible al año cuando esté plenamente operativa en 2027. Esa escala permitirá abastecer no solo a los turismos de pila de combustible, sino también a los vehículos comerciales pesados, donde Hyundai ve el mayor potencial del hidrógeno.
El grupo recuerda que ya tiene lista una pila electrolizadora propia y que en febrero puso en marcha un sistema de 1 MW en contenedor que está produciendo más de 300 kg diarios de hidrógeno de alta pureza. Ese demostrador forma parte de un proyecto mayor de 5 MW en la isla de Jeju, con el que Hyundai aspira a cerrar todo el ciclo del hidrógeno verde: generación renovable, electrólisis, almacenamiento y uso.
Con esta planta, Hyundai quiere asegurar suministro para toda su gama de aplicaciones: turismos (como los sucesores del Nexo), camiones y autobuses de pila de combustible, maquinaria de construcción e incluso embarcaciones, un campo en el que Corea está empujando para reducir emisiones portuarias. La compañía insiste en que la demanda de hidrógeno crecerá primero en el transporte pesado y en la industria, y por eso prioriza una plataforma de pila de combustible modular.
El proyecto se enmarca en la estrategia nacional de Corea del Sur para crear un ecosistema completo del hidrógeno y en la hoja de ruta de Hyundai Motor Group, que ya trabaja con gobiernos, empresas energéticas e institutos de investigación para cubrir toda la cadena de valor: producción, almacenamiento, transporte y uso final. La reconversión de activos existentes, como esta planta de Ulsan, es una de las vías para acelerar ese despliegue sin partir siempre de cero.

La compañía también pone el foco en los costes. Producir en Corea y a escala debe permitirle reducir el precio de las pilas, uno de los grandes cuellos de botella para que el hidrógeno sea competitivo frente al eléctrico en transporte pesado. Además, al fabricar también electrolizadores, Hyundai se posiciona en un segmento en el que hasta ahora dominaban actores europeos y estadounidenses.
La importancia estratégica del anuncio se trasladó al mercado: las acciones de Hyundai Motor cerraron la sesión en la Bolsa de Seúl con una subida del 9,4%, hasta los 290.000 wones por título (175,8 euros/acción), reflejando el respaldo de los inversores a un movimiento que consolida al grupo surcoreano como uno de los fabricantes de automóviles que más en serio está apostando por el hidrógeno.
