Todavía no se habían enfriado los tubos de escape de los coches de las 24 Horas de Le Mans cuando llegaba a nuestro correo un comunicado oficial desde Francia: Luca de Meo abandona la dirección del Grupo Renault. Una noticia que para nada era esperada. Tras cinco años al frente de la empresa, con 58 años, el empresario italiano abandonará su cargo el próximo 15 de julio. de Meo no solo abandona la empresa, también el sector. Tras toda una vida centrada en la industria del automóvil, Luca de Meo se dirige a un nuevo reto. Dirigirá el Grupo Kering, propietario, entre otras firmas de lujo, de Gucci.
La salida del máximo responsable se sucede días después de la marca de Thierry Pieton, ex director financiero que junto con de Meo ha sido uno de los grandes artífices de la increíble recuperación de la marca Renault. Cinco años al frente han servido para una transformación total de la empresa. Desde su llegada, de Meo dejó bien claros los pasos a seguir, ejecutando algunas maniobras ya famosas como la separación entre Renault y Alpine. El mismo efecto que provocó en las marcas CUPRA y SEAT cuando estuvo al frente de la empresa española entre noviembre de 2015 y enero de 2020.
Renault ya busca un sustituto rápidamente
En todo este tiempo el italiano se ha convertido en una de las voces más autorizadas y críticas de la industria del automóvil. No han sido pocas las declaraciones atacando duramente el entorno geopolítico europeo. A pesar de las numerosas dificultades a las que se ha enfrentado de Meo desde su llegada a Renault -COVID, crisis de componentes, incremento de costes, electrificación…- en todas y cada una de ellas ha salido airoso. Siempre podrá ser recordado como el padre del Renault 5. Fue uno de sus primeros grandes proyectos aprobados al incorporarse a las filas de la empresa francesa.
“La salida de Luca de Meo es sin duda un duro golpe para Renault ”, declaró Stephen Reitman, analista automotriz del banco Bernstein. Muchos tenían en él la fe para mantener el impulso del conglomerado formado por las marcas Renault, Dacia y Alpine. “Lamentamos la pérdida”, añadió. Reitman no es el primero ni el único que vierte declaraciones similares. «Sin duda, son buenas noticias para Kering y malas para Renault», declaró Enguerrand Artaz, gestor de fondos de La Financière de l'Echiquier. «Esta decisión podría socavar su estrategia». La industria y Renault se enfrentan a grandes retos europeos y globales con cada vez más compañías chinas ejerciendo presión.
Luca de Meo abandona la compañía con una ruta a medio plazo muy definida, pero la inestabilidad es patente, incluyendo la vivida por sus socios de Nissan en una situación económica muy debilitada. La gran pregunta es, ¿quién sucederá al italiano? La junta directiva intentará durante este mes buscar un sustituto. El gobierno francés, máximo accionista de Renault, tiene mucho que decir. Los potenciales sucesores de De Meo, según diversas fuentes relacionadas, son el jefe de Dacia, Denis Le Vot, y Maxime Picat, un ejecutivo francés del Grupo Stellantis. A sus colegas les ha costado seis meses encontrar el reemplazo para Carlos Tavares, que dimitió a finales del año pasado.