Oliver Blume, CEO del Grupo Volkswagen: "La actual crisis de chips demuestra la fragilidad de nuestro mundo"

El CEO del Grupo Volkswagen alerta de que la nueva crisis de chips evidencia la fragilidad del sistema y reclama una respuesta política rápida para proteger la producción.

Oliver Blume
Blume explicó que este episodio no está afectando a los chips más avanzados, sino a los más sencillos.
03/11/2025 07:30
Actualizado a 03/11/2025 07:30

Oliver Blume, CEO del Grupo Volkswagen, ha puesto el foco en un asunto clave que asusta a toda la industria europea: la nueva tensión en el suministro de semiconductores. “La actual crisis de los chips demuestra lo frágil que es nuestro mundo”, afirmó, en una frase que resume hasta qué punto la automoción sigue dependiendo de factores externos que poco tienen que ver con la gestión diaria de los fabricantes.

Blume explicó que lo particular de este episodio es que no está afectando a los chips más avanzados, sino a los más sencillos, los que se emplean de forma masiva en módulos y unidades de control de los vehículos. Precisamente porque son baratos y muy extendidos, su ausencia puede generar ineficiencias en la cadena. El CEO quiso subrayar que este es un fenómeno global y transversal, no un problema interno del grupo.

El CEO de Porsche y el Grupo Volkswagen, Oliver Blume, podría estar un paso más cerca de dejar uno de sus puestos.
Blume asegura que el Grupo Volkswagen no se verá afectado por esta crisis.

La industria necesita “una solución política rápida”

El origen está en un contexto geopolítico cambiante, con decisiones de gobiernos europeos y de terceros países que impactan en empresas proveedoras muy concretas. En ese escenario, el mensaje de Blume ha sido nítido: la industria necesita “una solución política rápida” para dar estabilidad a las cadenas de suministro. Es una llamada a la coordinación institucional, no una crítica.

Al mismo tiempo, el grupo ha querido mandar tranquilidad sobre su operativa. Blume dejó claro que “a corto plazo, estamos cubiertos en el Grupo Volkswagen”, gracias a una política de diversificación de proveedores y a una gestión preventiva del riesgo en la cadena de valor. Esa previsión es la que está permitiendo que las plantas continúen trabajando con normalidad.

La posición de Volkswagen es especialmente relevante porque coordina un ecosistema industrial enorme, con marcas generalistas y premium, y porque forma parte de las mesas europeas donde se discuten las medidas de reindustrialización y autonomía en chips. Por eso, cuando su CEO habla de “fragilidad”, lo hace desde la responsabilidad de quien ve el conjunto del tablero y no solo su casa.

Blume viene defendiendo que Europa debe acelerar sus propios instrumentos para depender menos de tensiones externas. Su intervención de esta semana encaja en esa línea, la de reforzar el tejido industrial europeo, acortar cadenas logísticas y dar más previsibilidad a los fabricantes de automóviles, que son uno de los principales empleadores del continente.

 Ni este año ni el que viene: Volkswagen espera escasez de chips hasta 2024
Europa debe acelerar sus propios instrumentos para ser menos dependiente, según Blume.

En paralelo, Volkswagen mantiene su hoja de ruta en electrificación, digitalización y plataformas de software. El mensaje es que el grupo no está replanteando sus inversiones por este episodio, sino que las protege precisamente anticipando problemas de suministro. Es decir, gestión de crisis al servicio de la estrategia, no al revés.

La referencia de Blume a la “fragilidad del mundo” debe leerse, por tanto, como una constatación de la interdependencia actual: una decisión en un país o una restricción comercial puede sentirse inmediatamente en una línea de montaje en Alemania o en España. El objetivo del grupo es blindarse frente a eso, no señalar a nadie.

Otros fabricantes europeos han mostrado preocupación por la situación, lo que refuerza que el diagnóstico de Volkswagen no es aislado, sino compartido. En ese contexto, la voz del primer grupo automovilístico europeo ayuda a que el tema se trate a nivel de gobiernos y no quede solo en el ámbito empresarial.