El Toyota RAV4 de 2020 sigue demostrando por qué es uno de los SUV compactos más populares del mercado. Con más de 475.000 unidades vendidas en 2024, la marca nipona amenaza incluso con desbancar al Ford F-150 como el vehículo más vendido en EEUU. Sin embargo, más allá de su volumen de ventas, un aspecto clave para compradores y vendedores de vehículos de ocasión es su depreciación a cinco años, un indicador crítico en el mercado de segunda mano.
Depreciación sólida frente a la competencia
Según iSeeCars, un Toyota RAV4 de 2020 pierde solo alrededor del 30% de su precio original en cinco años. Tomando como referencia un precio de venta inicial en Norteamérica de 29.250 dólares, el valor de reventa estimado tras cinco años sería de 20.398 dólares. Este hecho supera ampliamente la depreciación promedio del 45,5% de todos los vehículos en el mismo período.

CarEdge ofrece cifras incluso más alentadoras: solo un 27,5% de pérdida de valor después de cinco años, considerando un vehículo en buen estado y con un promedio de 22.000 kilómetros anuales. Sus estimaciones a otros plazos también destacan la estabilidad del Toyota RAV4: 16,8–18,9% a tres años, 42,5–43,3% a siete años y 51–57,2% a diez años.
La publicación de CarEdge subraya que “los RAV4 son valores excepcionales tanto nuevos como usados”, reflejando la fiabilidad de Toyota y la demanda sostenida del modelo en el mercado de ocasión.
Comparativa con rivales del segmento

En comparación con otros SUV compactos, el Toyota RAV4 se mantiene a la cabeza en retención de valor. iSeeCars estima que el Honda CR-V pierde un 34,5%, mientras que el Mazda CX-5 y el Hyundai Tucson se deprecian un 42,4% y 45,9%, respectivamente, en cinco años. Modelos como el Nissan Rogue (48,6%), el Chevrolet Equinox (49,6%) y el Ford Escape (51,3%) sufren caídas aún mayores.
En términos monetarios, esto se traduce en una pérdida de 8.852 dólares (7.600 euros) para el Toyota RAV4 frente a los 10.673 dólares (9.200 euros) del CR-V y los 12.199 dólares (10.500 euros) del CX-5. El Hyundai Tucson, el Nissan Rogue, el Chervrolet Equinox y el Ford Escape registran pérdidas aún más significativas, que van desde 11.360 hasta 13.065 euros.

CarEdge ofrece un panorama similar, con el Toyota RAV4 (27,5%) ligeramente por delante del CR-V (29,0%) y un CX-5 más depreciado (39,0%). El Tucson mantiene una pérdida cercana al 47%, mientras que Rogue, Equinox y Escape muestran depreciaciones por encima del 49% en cinco años.
Conclusión: un SUV de alta retención
El Toyota RAV4 2020 no solo destaca por su popularidad y fiabilidad, sino también por su sólida retención de valor, especialmente frente a competidores directos en el segmento de SUV compactos. Para compradores de coches usados, esto significa precios más altos pero vehículos duraderos y demandados. Para vendedores, representa una excelente oportunidad de recuperar una gran parte de la inversión inicial, consolidando al RAV4 como una opción inteligente en términos de depreciación y valor a largo plazo.