Un premio Nobel (el de Química) que no le importa a Donald Trump: 3 investigadores diseñan marcos metal-orgánicos para almacenar CO2

Kitagawa, Robson y Yaghi ganan el Nobel de Química 2025 por los MOFs, la nanotecnología que captura CO2 industrial, la llave para la descarbonización del transporte pesado y la industria.

premio nobel quimica 2025 captura carbono 1
Los “arquitectos del clima” que no conoce Trump: Kitagawa, Robson y Yaghi.
13/10/2025 11:00
Actualizado a 13/10/2025 11:00

En los últimos días la figura de Donald Trump ha vuelto a ocupar titulares internacionales por la posibilidad de que optara al Premio Nobel de la Paz, un debate que mezcla diplomacia, política y autopromoción. A pesar de la insistencia y las presiones, y del apoyo de algunos líderes internacionales, el comité noruego encargado de decidir el galardón rechazó otorgárselo en esta ocasión.

En este escenario, el Premio Nobel de Química constituye un reconocimiento máximo a avances que transforman y sustentan tecnologías clave, incluida la movilidad eléctrica. Galardonado cada octubre por la Real Academia de las Ciencias de Suecia, este premio no solo honra logros académicos, sino que señala trayectorias científicas capaces de abrir nuevas rutas industriales o medioambientales. En otras ocasiones, han sido galardonadas investigaciones que han permitido sintetizar materiales más ligeros y eficientes, diseñar baterías con mayor energía específica o desarrollar catalizadores que reducen emisiones.

premio nobel quimica 2025 captura carbono 2
CCUS, Captura, Almacenamiento y Uso de Carbono.

Un premio muy importante para todos

Más allá del ruido generado por el de la Paz, el Premio Nobel de Química 2025 ha refrendado la nanotecnología molecular como solución clave en la lucha contra el calentamiento global. La Real Academia de Ciencias de Suecia galardonó a Susumu Kitagawa (Japón), Richard Robson (Reino Unido) y Omar M. Yaghi (Jordania/EE. UU.) por el desarrollo de los Materiales Reticulares Metal-Orgánicos (MOFs) y sus variantes.  

Los MOFs son estructuras altamente porosas que funcionan como filtros moleculares de precisión, capaces de atrapar el dióxido de carbono (CO2) con una selectividad y eficiencia sin precedentes. Este avance es fundamental porque la captura del CO2 en la fuente de emisión es la etapa inicial y, tradicionalmente, la más costosa y energéticamente exigente del proceso completo de Captura, Almacenamiento y Uso de Carbono (CCUS).  

El CCUS (Captura, Almacenamiento y Uso de Carbono) es un conjunto de tecnologías que buscan aislar permanentemente el o darle un valor comercial. Consiste en recolectar el dióxido de carbono de grandes fuentes fijas (plantas de energía, refinerías o cementeras), transportarlo y, finalmente, inyectarlo en formaciones geológicas profundas del subsuelo para su confinamiento permanente (CCS) o utilizarlo como materia prima (CCU).  

Aunque la tecnología de depuración de gases industriales se ha utilizado ampliamente durante décadas, a menudo para fines de ingeniería o para la Recuperación Mejorada de Petróleo (EOR), su despliegue masivo como herramienta de mitigación climática es relativamente reciente. El acelerón se produjo cuando se establecieron marcos regulatorios y económicos que recompensaron el aislamiento del carbono, como ocurrió en Estados Unidos con el crédito fiscal 45Q en 2018.  

El valor estratégico del CCUS va más allá de la mitigación del CO2, que es un gas de efecto invernadero. Las instalaciones industriales que implementan la captura de carbono también eliminan contaminantes peligrosos como el óxido de nitrógeno, el dióxido de azufre y las partículas PM. Esta purificación del aire local, en comunidades cercanas a las áreas industriales, genera beneficios sanitarios cuantificables.

Un estudio reciente estimó que el ahorro económico derivado de los beneficios para la salud en Estados Unidos podría ascender a 1.800 millones de dólares anuales. Este argumento de doble beneficio (climático y sanitario) es crucial para fomentar la aceptación social de los grandes proyectos de infraestructura de CCUS.  

Si el galardón impulsa mejoras importantes en la eficiencia de los MOFs a escala industrial, se logrará reducir significativamente la "penalización energética" de la captura. La Agencia Internacional de Energía (AIE) y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) consideran que el CCUS es un pilar necesario para alcanzar los objetivos globales de cero emisiones netas para 2050.

Al optimizar el proceso de captura, el premio acelera la reducción de costes por tonelada de extraída, acercando tecnologías como la Captura Directa del Aire (DAC) al umbral crucial de viabilidad comercial, que se sitúa entre 100 y 150 USD por tonelada de CO2.

El eslabón perdido de la movilidad

El CO2 capturado, beneficiándose de la eficiencia de los nuevos materiales como los MOFs, se convierte en la materia prima indispensable para la producción de combustibles sintéticos.  

El proceso de síntesis combina el CO2 de fuentes sostenibles con hidrógeno verde (generado por electrolizadores alimentados por energías renovables). El resultado son combustibles neutros en carbono, como el metanol, el metano o los hidrocarburos de cadena larga. La gran ventaja de esta ruta es que los e-fuels son directamente compatibles con la infraestructura y los motores de combustión interna ya existentes, un factor crítico para la descarbonización de sectores de transporte que son difíciles de electrificar, incluyendo la aviación, el transporte marítimo y el transporte pesado por carretera.  

Esta interconexión tecnológica posiciona al CCUS como un habilitador de la descarbonización en el sector del transporte, ofreciendo una ruta complementaria a la electrificación. Los datos actuales reflejan la magnitud del desafío y la oportunidad:

Métrica Cifra Clave Contexto Referencia
Potencial Almacenamiento UE 300 – 1.500 Gt $CO_2$ Capacidad geológica total estimada en Europa [1]
Sitios Potenciales en España 85 almacenes detectados Basados en estudios antiguos (años 70-80) [1]
Objetivo Coste Captura (DAC) 100 – 150 USD/ton $CO_2$ Meta económica para viabilidad comercial [2, 3]
Beneficio Sanitario Colateral 1.800 millones USD anuales Ahorro en salud en EE. UU. por reducción de $NO_x$/$SO_2$ [4]

El potencial geológico de España

Mientras que Europa en su conjunto posee un potencial geológico inmenso para el almacenamiento (entre 300 y 1.500 gigatoneladas de ), la situación en España refleja un desafío de inversión y exploración. El país cuenta con 85 posibles ubicaciones para almacenamiento subterráneo, basadas en información geológica de los años 70 y 80, pero estos sitios están "prácticamente sin explorar por falta de inversión".  

El almacenamiento geológico dedicado implica inyectar el en acuíferos salinos profundos o yacimientos agotados de gas y petróleo, asegurando un confinamiento que puede extenderse por decenas de miles de años. La gestión de estos sitios requiere evaluar minuciosamente la integridad de los sellos geológicos y la distancia a las fallas tectónicas.  

Desde el punto de vista regulatorio, España ha avanzado con la Ley 40/2010, que transpone la directiva comunitaria y establece el régimen jurídico para el almacenamiento geológico de . Un aspecto clave de esta legislación es la transferencia de responsabilidad. La ley estipula que, tras el cierre y cumplimiento de las condiciones de seguridad, la responsabilidad ambiental y legal del sitio de almacenamiento pasa del operador al Estado. Esto proporciona la seguridad jurídica necesaria para que los grandes proyectos industriales avancen.  

Sin embargo, la falta de inversión en la exploración geológica y la cartografía de estos 85 emplazamientos potenciales constituye el cuello de botella actual en España. Sin una infraestructura nacional de almacenamiento geológico validada, las grandes industrias (como Repsol, que desarrolla iniciativas CCUS) se ven obligadas a considerar el transporte de a través de rutas marítimas hasta los grandes hubs del Mar del Norte. Esto incrementa los costes de transporte y merma la competitividad de la producción de e-fuels y productos neutros en carbono desarrollados a nivel nacional.  

El Nobel de Química 2025 confirma que la ciencia molecular ha superado la barrera de la eficiencia en la captura de carbono. La tecnología de los MOFs promete abaratar y optimizar el primer paso del CCUS, haciendo viable el ciclo completo. El reto se traslada ahora del laboratorio a la ingeniería industrial y al desarrollo de infraestructuras de transporte y almacenamiento.