El economista Santiago Niño Becerra ha reavivado el debate sobre la financiación de infraestructuras en España, exigiendo que “quien usa, pague”: propone implantar peajes en autovías y autopistas, incluyendo a los conductores de vehículos eléctricos, para aliviar la carga fiscal generalizada.
Según Niño Becerra, el sistema vigente es injusto e insostenible. La financiación del mantenimiento de carreteras recae, además de sobre el impuesto de circulación municipal, sobre los presupuestos generales, lo que significa que pagan tanto los conductores habituales como quienes no utilizan infraestructuras viarias para circular por ellas (aunque sí se benefician de esas para recibir otros servicios), incluidos turistas y zonas rurales con poco tráfico.
“Lo seguirán pagando quienes las usen mucho, quienes las usen poco y quienes no las usen nada, y eso no tiene ninguna lógica… Muy mal”, criticó el economista en redes sociales.

Pros y contras del pago por uso
Entre las ventajas de este sistema está la equidad fiscal, ya que el mantenimiento recae solo en quienes utilizan las vías. Se logra además una reducción del uso indiscriminado que podría frenar la congestión en autovías gratuitas. Por último, es un incentivo a vehículos limpios si se combina con tasas variables según impacto ambiental.
En contra, está el coste añadido a los vehículos eléctricos, por ejemplo, lo que supone un coste añadido que podría hacerles perder parte de su ventaja económica. Afectaría al turismo especialmente en zonas costeras con gran afluencia estival. Además hay una complejidad en la implementación que requeriría sistemas de telepeaje y control a escala nacional lo que conlleva una importante coordinación tecnológica.
1/5. A ESP está volviendo el debate –si es que alguna vez se fue– de cómo se han de financiar las autopistas, autovías y otras carreteras. Si, el debate es sobre eso aunque se camufle con otras interpretaciones. La UE ha dicho que el mantenimiento
— Santiago Niño (@sninobecerra) July 15, 2025
El impacto en los coches eléctricos
Una postura que afecta directamente al sector de la movilidad eléctrica: si se implantan peajes por uso, los propietarios de vehículos eléctricos, que ya gozan de incentivos como ayudas MOVES y menores impuestos, deberán asumir también costes por circular. Niño Becerra defiende que este sistema es más justo, dado que empleados y operarios urbanos, así como sectores sin acceso a vehículos privados, ya contribuyen mediante impuestos generales.
En Alemania o Estados Unidos existen modelos de cobro por uso (road pricing), federales o estatales, con sistemas automáticos y control de entrada salida. En España, algunas comunidades ya utilizan peajes urbanos, por ejemplo, Sevilla y Madrid Central. Niños Becerra recomienda extender este modelo al resto de la red, argumentando que solo así puede garantizarse la sostenibilidad económica.

El Ministerio de Transportes ha aclarado que la normativa europea transpuesta recientemente no contempla nuevos peajes en la red estatal de carreteras. Se mantiene el modelo actual de bonificaciones, y no se prevé desarrollo de tarifas adicionales en el corto plazo.
La propuesta de Santiago Niño Becerra, de implantar peajes por uso, incluyendo para vehículos eléctricos, genera un debate esencial: combinar equidad, sostenibilidad ecológica y fiscal.