La quiebra de Sunnova, uno de los mayores actores del solar residencial en Estados Unidos, ha generado una gran controversia en el país americano. Su hundimiento salió a la luz a principios de junio, cuando la empresa se declaró en concurso de acreedores con la idea de subastar sus activos de forma ordenada. De hecho, esta noticia fue una sorpresa para muchos, ya que Sunnova contaba con más de 441.000 clientes a 31 de diciembre de 2024, presencia en todos los estados y territorios y una amplia cartera de contratos de alquiler o compra de energía.
Respecto a los empleos, durante este año la empresa hizo dos ajustes importantes. Primero en febrero, con un recorte del 15% de la plantilla, unos 300 puestos, con el fin de "ganar eficiencia de capital", según la compañía. Más tarde, a finales de mayo, y antes de entrar en concurso de acreedores, Sunnova hizo un nuevo ajuste del 55% del personal, lo que supuso la salida de 718 empleados.

Un gigante solar con más de 441.000 clientes
A los pocos días de declararse en concurso de acreedores, Sunnova obtuvo financiación concursal de 90 millones de dólares, un préstamo puente autorizado por el juez para mantener la actividad mientras dura el procedimiento. Ya a mediados de julio, se barajó vender por siete millones su filial de operaciones y mantenimiento (ServiceCo) mediante una oferta de referencia para la subasta, pero finalmente el juez validó la oferta global de los acreedores como la mejor para el conjunto del negocio.
El Juzgado de Quiebras del Distrito Sur de Texas aprobó el 31 de julio la venta de casi todos los activos y operaciones de Sunnova a un consorcio formado por sus acreedores. La operación se ha pagado en gran parte con la propia deuda que ya tenían contra la empresa (una “puja con deuda”) y se ha completado con 25 millones de dólares en efectivo y otros costes asociados.
Llegados a este punto, Sunnova indiquó el cierre de la venta estaba previsto para agosto. Ahora, iniciado septiembre y tras la autorización judicial, SunStrong se ha hecho cargo de la gestión de clientes. A falta de un anuncio confirmando el cierre efectivo, Sunnova aseguró a través de un comunicado que los servicios siguen funcionando con normalidad y pide a los usuarios que continúen con sus pagos como hasta ahora.
¿Por qué ha llegado este gigante solar a esta situación?
La quiebra de Sunnova ha sido el resultado de varios factores que se han sumado: tipos de interés altos, que encarecieron la financiación de las instalaciones a los hogares; debilitamiento de la demanda en el mercado residencial; cambios regulatorios en estados clave (por ejemplo, menor remuneración a la energía solar que se vierte a la red en California); y tensiones de liquidez, con pagos a instaladores retrasados y dificultades para vender activos rápidamente.

Por otro lado, diferentes fuentes apuntan a que un golpe muy duro fue la retirada de apoyos públicos que la empresa esperaba obtener. Con ese cóctel, la dirección optó por acogerse a un proceso concursal en EE. UU. y vender la compañía bajo supervisión judicial, tal y como ha sucedido.