Tras ser comprado, Northvolt podría quedarse sin una importante fábrica de baterías para coches eléctricos

Una de las plantas de baterías para vehículos eléctricos planeada por Northvolt hace un par de años ya no las tiene todas consigo tras no haberse podido llegar a un acuerdo con el nuevo dueño.

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Canadá no financiará más la construcción de la planta en su territorio.
15/09/2025 10:00
Actualizado a 15/09/2025 10:00

El Gobierno de Quebec ha decidido poner punto final a su aventura con Northvolt, la fabricante sueca de baterías que se declaró insolvente este mismo año y que ahora trata de reestructurar sus operaciones bajo la tutela de la estadounidense Lyten. La provincia canadiense anunció que no aportará más fondos para la planta de celdas prevista en Saint-Basile-le-Grand y McMasterville, conocida como Northvolt Six, y que iniciará acciones legales para recuperar parte del dinero ya invertido.

“Hoy ponemos fin a cualquier financiación de Northvolt en Quebec”, declaró la ministra de Economía, Christine Fréchette. “La compañía no ha presentado un plan que satisfaga los intereses de la provincia. Ejerceremos nuestro derecho a recuperar la mayor parte de nuestra inversión. Esta aventura ha resultado infructuosa y, obviamente, estamos decepcionados”, añadió.

Una apuesta que no cuajó

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Quebec tratará de recuperar la inversión inicial.

El proyecto fue anunciado en 2023 con gran expectación. Northvolt prometió una inversión inicial de 7.000 millones de dólares canadienses (unos 4.900 millones de euros al cambio de entonces) para levantar una gigafactoría de 30 GWh y una línea de producción de materiales de cátodo, con la perspectiva de duplicar la capacidad hasta 60 GWh en fases posteriores. La ubicación, a unos 25 kilómetros de Montreal, respondía tanto a la disponibilidad de energía hidroeléctrica limpia como al fuerte respaldo político: Canadá competía con EEUU y Europa por atraer proyectos estratégicos de baterías para impulsar su incipiente industria del vehículo eléctrico.

Quebec modificó incluso su normativa para eximir a la planta de una revisión ambiental completa y comprometió 510 millones de dólares canadienses (314 millones de euros) de dinero público: 240 millones como préstamo garantizado para la compra de terrenos y 270 millones en capital de Northvolt Batteries North America. Se esperaba la creación de hasta 3.000 empleos.

Sin embargo, la insolvencia de la matriz sueca y las exigencias adicionales de Lyten (actual propietario), consideradas “desproporcionadas” por las autoridades, frustraron las negociaciones para salvar la iniciativa. El Gobierno provincial ha dado por perdida la inversión de 270 millones de dólares canadienses, aunque intenta recuperar cerca de 200 millones del préstamo a través de cuentas congeladas de Northvolt y mediante la reclamación o venta de los terrenos adquiridos.

Sombras sobre otros proyectos

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Hay otros proyectos en el aire.

El fracaso de Northvolt Six llega apenas días después de que Lyten adquiriera en liquidación los activos europeos de la empresa sueca, incluida su macroplanta en Suecia, a un precio muy inferior a las inversiones iniciales. Ahora, la atención se centra en Alemania, donde sigue en el aire el futuro de Northvolt Drei, la factoría planeada en Schleswig-Holstein. El Ministerio de Economía regional se ha limitado a señalar que las negociaciones “siguen siendo confidenciales”.

Por su parte, Northvolt Batteries North America asegura que mantiene “recursos sustanciales” para retomar el proyecto en Quebec y que trabajará en una “transición ordenada” con empleados y socios. Pero la decisión de Quebec marca un duro revés para las aspiraciones de Canadá de construir una cadena de suministro propia para el coche eléctrico.

Lo que se perfilaba como una de las mayores inversiones industriales en la historia de la provincia ha terminado convertido en un caso paradigmático de los riesgos de depender de subsidios millonarios para atraer proyectos estratégicos en un sector en plena convulsión global.