La realidad de la escena automovilística mundial ha cambiado por completo. China y no Europa es quien domina el mercado. Cada vez son más los coches chinos presentes en una amplia variedad de países de todo el globo. Muchas regiones han intentado mitigar la llegada de las marcas chinas levantando muros arancelarios contra ellas. Imposiciones económicas que si bien están causando algún problema, no están teniendo el efecto que se buscaban. Son más recaudatorios que proteccionistas. El Grupo Geely, a través de su CEO y fundador, Li Shufu, ha roto sus planes para Europa. No construirá una fábrica en el Viejo Continente.
El Grupo Geely es uno de los conglomerados automovilísticos más grandes de China y del mundo. Entre sus filas operan marcas de reconocido prestigio como Volvo, Polestar, Smart o Lotus, a las que hay que sumar otras de origen 100% chino como Lynk & Co, Zeekr o Galaxy. Salvo esta última, todas las demás están a la venta en Europa con resultados sorprendentes. El año pasado, Geely abrió la puerta a la construcción de una posible fábrica en Estados Unidos y Europa. Esos planes ahora han sido anulados tal y como ha declarado el máximo responsable de la empresa. La razón es bastante evidente.
Geely cree que Europa no necesita otra fábrica
El propio Shufu reconoce que hay exceso de capacidad de producción en todo el mundo. Hay muchas fábricas. La duda ya no es si hay muchas fábricas, que las hay, sino que hay demasiadas fábricas para el volumen de coches que se venden en el mundo. China es hoy el brazo ejecutor de la industria. Cuenta con centenares de instalaciones repartidas por todo el país. Fábricas de última generación capaces de fabricar centenares de miles de unidades de forma rápida y precisa. Mientras, sobre Europa surgen nubes negras. Las amenazas de cierre son cada vez más habituales para plantas de Alemania, Italia o Bélgica.
Según Li Shufu la globalización de la industria del automóvil se está estancado y el mundo se enfrenta a un excedente de fábricas. En China ya hay quien avisa de un exceso de oferta. Más de 130 marcas diferentes compiten entre sí en el mercado automovilístico más grande del mundo. Sólo China vende más coches que Estados Unidos y Europa juntos en un año. Geely cree que el mercado se ha estabilizado a la espera de una posible recesión. Muchos expertos y analistas reconocen que no todas las marcas presentes en la actualidad sobrevivirán. La batalla comercial iniciada por BYD podría acelerar la desaparición de algunas compañías.
Geely no construirá una fábrica en Europa, pero eso no significa que no fabrique sus coches en Europa. Ya lo hace. A través de sus socios suecos, los chinos han exportado la producción del Volvo EX30. Hasta abril de este mismo año el SUV eléctrico se producía exclusivamente en China. La demanda generada y los aranceles han animado al cambio de domicilio. A diferencia de otras empresas que lo apuestan todo a la electrificación, el Grupo Geely mantiene una visión múltiple. Con anterioridad el propio Shufu ha dejado bien claro que “no vamos a renunciar a los motores de combustión”, pese a vender muchos coches eléctricos.