Toyota lleva años trabajando en traer al mercado la prometedora tecnología de baterías de estado sólido. Con ella aseguran que sus coches eléctricos alcanzarán los 1.200 km de autonomía eléctrica, así como otras muchas ventajas. Sin embargo, este avance aún se estima con un periodo de espera largo, pues hasta finales de la década podrían no ser una realidad ‘para todos’.
Hasta ahora, su llegada al mercado estaba prevista para el año 2029, aproximadamente. No obstante, una nueva información apunta a que su puesta a la venta podría adelantarse hasta dos años. Concretamente, el primer coche de producción que las instalaría sería una realidad en el año 2027. Pese a esto, hay que incidir en el hecho de que su popularización no sería en dicho momento, pues el primer vehículo en el que se instalarán no estará al alcance de todos los bolsillos.

Los primeros Toyota con baterías de estado sólido están más cerca de lo esperado
Durante el Salón del Automóvil de Tokio, Toyota ha presentado numerosos modelos, pero también ha anticipado la tecnología futura que instalarán estos. Una de las más prometedoras es la de las baterías de estado sólido, ya que promete reducir significativamente el peso y tamaño con respecto a los paquetes de baterías actuales, así como aumentar el propio rendimiento del vehículo eléctrico.
De hecho, Toyota ha anunciado oficialmente que sus baterías de estado sólido harán que el vehículo eléctrico en el que se instale pueda homologar una autonomía de hasta 1.200 kilómetros. Pese a ello, todo apunta a que el primer coche eléctrico que instalará esta tecnología podría ser un vehículo de alto rendimiento o un deportivo, lo que lo situaría muy lejos de ser ‘lógico’ para la mayoría de compradores.
En la presentación de esta tecnología se sacó como conclusión que el primer vehículo en adoptarla podría ser el sucesor espiritual del mítico Lexus LFA. Este será un superdeportivo eléctrico de altas prestaciones que supondrá una alternativa ‘cero emisiones’ para el deportivo con motor V8 en el que ya está trabajando Toyota GR.

Keiji Kaita, presidente del Centro de Desarrollo de Ingeniería Neutra en Carbono de Toyota, afirmó: “Si será un Lexus o un Toyota, eso lo dejamos a vuestra imaginación. Lo que está claro es que la tecnología de estado sólido se considera muy importante para el futuro, pues sus características principales son su alta potencia, así como su tamaño compacto y gran autonomía. Los automóviles aprovecharán estas características”.
Todos los informes de Toyota apuntan actualmente a que las baterías de estado sólido podrían contar con una vida útil cuatro veces superior a las actuales de electrolito líquido, lo que supondrá también reducir la huella de carbono necesaria para la fabricación o reutilización de estas. “Tenemos presente que queremos prolongar la vida útil de las baterías”, aseguró Kaita.
Lo más importante es que, aunque el primer vehículo en instalarlas será un deportivo, lo cierto es que estas “técnicamente hablando podrían integrarse en las plataformas de vehículos eléctricos actuales de Toyota”. Por ende, es más que probable que su integración sea más sencilla de lo que parece sobre los modelos futuros de gran consumo. De hecho, todos los indicios siguen apuntando hacia una expansión de esta tecnología para finales de esta década.