Lo de Volkswagen con los precios empieza a parecerse a aquel cuento de Pedro y el lobo. Llevamos años, literalmente años, escuchando que el gigante de Wolfsburgo va a salvar la movilidad eléctrica europea con un coche de menos de 25.000 euros. El famoso ID. 2all, ahora rebautizado como ID. Polo, es esa gran promesa. Sin embargo, la letra pequeña acaba de salir a la luz y es para echarse a llorar: el ID. Polo no costará los 25.000 euros que Volkswagen nos había prometido, no al menos al principio.
Según informan diversos medios alemanes, Volkswagen va a repetir la jugada maestra -o la estratagema comercial, según se mire- que ya hizo con el primero de sus coches eléctricos, el ID.3. Cuando el coche llegue a las carreteras a mediados de 2026, lo hará con las versiones más caras, equipadas y potentes. Es decir, si quieres ser de los primeros en conducirlo, prepárate para soltar una cifra que, muy probablemente, flirtee con los 35.000 euros, sin contar con las ayudas.

Estrategia de "edición de lanzamiento": el truco de siempre
El plan es sencillo. La versión de acceso, esa con la batería pequeña de 37 kWh (LFP) y un motor más modesto de 116 CV, se quedará en el banquillo durante los primeros meses de producción en Martorell. En su lugar, Volkswagen dará prioridad a las variantes con la batería grande de 52 kWh y potencias que llegarán hasta los 226 CV. Las mismas que Volkswagen presentó hace unas semanas.
¿Por qué hacen esto? Muy fácil: margen de beneficio. Volkswagen se está desangrando económicamente y necesitan que cada coche que salga de la cadena de montaje deje dinero en la caja desde el primer día. Fabricar un eléctrico de 25.000 euros en Europa es una misión casi imposible ahora mismo, y prefieren vender menos unidades pero más caras antes que perder dinero con cada venta. De ahí que también existirán otras mecánicas más tradicionales.

Mientras tanto, en China se frotan las manos
Esta noticia es un regalo caído del cielo para la competencia. Mientras Volkswagen recula con sus promesas, marcas como BYD, Leapmotor o XPeng ya han anunciado que lanzarán muchos y muy buenos coches eléctricos en Europa el año que viene. Modelos como el Leapmotor B03 serán parte de la parrilla nacional con precios inferiores a los que promete el ID.Polo. Incluso el Renault 5, que ya está en la calle, parece una opción mucho más honesta en cuanto a su propuesta comercial.
La confianza del consumidor es un cristal muy fino y Volkswagen lo está golpeando con un martillo. Si prometes un coche de 25.000 euros para 2026, no puedes aparecer el día del estreno con uno de 35.000 y decir: "tranquilo, el barato llegará dentro de un año". Para entonces, los fabricantes chinos ya habrán colonizado nuestros barrios con productos que, nos guste o no, ofrecen más por menos. O al menos lo mismo por bastante menos.