El desarrollo de un vehículo es extremadamente complejo. Conseguir que todo cuadre, que cada parte que lo compone interactúe con las demás para conseguir un resultado que sea satisfactorio es harto complicado, pero el conocido fabricante ZF ha encontrado una manera de hacerlo mucho más sencillo: ¿y si en vez de estar definido de manera mecánica, el vehículo está definido por su software? Esa es la premisa que hay detrás de cubiX Tuner.
A primera vista puede sonar complicado, pero la manera más fácil de explicarlo es la siguiente: se trata de llevar el sencillo ajuste de parámetros de los coches que hemos visto una y otra vez en los videojuegos de conducción, basados en barras para ajustar la dureza de la suspensión, la precisión de la dirección, etc., al mundo real.

La coordinación de las partes del chasis, a golpe táctil
Aunque siempre se preste mucha atención al sistema de propulsión, con la llegada de los coches eléctricos lo que de verdad le da su carácter a un automóvil es su chasis, que es lo que determina su comportamiento. Esto engloba toda una serie de componentes independientes (frenos, dirección, sistemas de amortiguación y tracción) pero que tienen que actuar entre sí de manera coordinada. Con el nuevo software de la compañía, se calculan automáticamente las interdependencias entre ellos y se puede configurar una unidad de control electrónico (ECU) en tan solo unos clics.
Philippe Gasnier, director de Investigación y Desarrollo de la División de Soluciones de Chasis de ZF, explica: “Garantizar que un vehículo se comporte según las especificaciones del fabricante original (OEM) en todas las situaciones depende de miles de parámetros”. En todas las situaciones son muchas variables las que actúan a la vez, así que analizarlas es “por decirlo suavemente, extremadamente complejo”, pero con la nueva solución de la marca, esto cambia, ya que “mientras que los algoritmos se encargan de la identificación de los parámetros clave, los ingenieros pueden ajustar la dinámica del vehículo con precisión, lo que permite alcanzar la madurez de la aplicación mucho antes”.
Un cambio motivado por la llegada de los coches elécticos
André Engelke, director de Vehicle Motion Control System House, comenta: “Durante mucho tiempo, el carácter de un coche se definía principalmente por su motor. Eso está cambiando en la era de la electrificación. En otras palabras: dar vida al ADN de la marca es cada vez más responsabilidad del chasis”.
La llegada de las mecánicas eléctricas supone un cambio radical en este aspecto, puesto que los sistemas pasan a estar controlados desde el software en lugar de desde el hardware. Esto es lo que permite que, mediante actualizaciones remotas (OTA), las marcas puedan ofrecer mejoras de rendimiento, añadir nuevos modos de conducción, etc. El cubiX Tuner de ZF se basa en eso para permitir configurar el comportamiento del vehículo de una manera más sencilla, rápida, con menores costes y que permite reducir de manera significativa el ciclo de desarrollo.
El principal punto fuerte de la herramienta es su sencillez, puesto que ahorra al desarrollador tener que hacer cálculos: él elige qué es lo que quiere (que la suspensión sea más firme, por ejemplo) y el software es el que ajusta el resto de parámetros para que esto sea así. “Nuestros clientes pueden ajustar los parámetros del chasis a nivel de dinámica del vehículo sin tener que recurrir a algoritmos. Si nuestros clientes notan durante una prueba de conducción que es necesario ajustar el ángulo máximo de dirección en curvas, pueden hacerlo con solo unos clics. El cubiX Tuner calcula automáticamente qué parámetros adicionales necesita ajustar y cómo”, señala Engelke.
Pero, ¿cómo es posible algo así? ZF combina las décadas de experiencia en tecnología de chasis que tiene a sus espaldas con datos y métodos basados en la Inteligencia Artificial, lo que permite adaptar de manera automática las complejas interdependencias que se dan en un vehículo.
La idea de la compañía es que todo el proceso sea más accesible que nunca, motivo por el que el cubiX Tuner se ofrecerá en dos versiones: una completa, controlada desde el ordenador PC, y una Lite, que utiliza una aplicación móvil y permite ajustar los parámetros directamente en el vehículo.