En Lusacia, en el este de Alemania, ha dado comienzo la construcción de una estructura que acabará batiendo todos los récords en el campo de la energía eólica. Con una altura total prevista de 364 metros, el aerogenerador, montado por la empresa de ingeniería de Gicon y Beventum, aspira a convertirse en el más alto del mundo en tierra firme, superando los 300 metros récord actual, y rivalizando con los gigantes marítimos chinos.
Esta inmensa torre eólica está equipada con palas de más de 100 metros. Sin embargo, no es esa su mayor virtud en cuanto a la eficiencia energética. En este caso, es su altura la que favorece un rendimiento por encima de lo habitual. Según Jochen Großmann, fundador de Gicon, la mayor velocidad y uniformidad del viento en estos niveles permitirá producir un 40% más de energía con el mismo diámetro de rotor, lo que se traduce en el doble de generación eléctrica en comparación con diseños convencionales.

Un diseño que desafía los límites logísticos
Este avance técnico sitúa a Alemania como protagonista de una nueva generación de aerogeneradores terrestres, capaces de emular el rendimiento de estructuras offshore sin renunciar a operar sobre suelo firme.
El diseño se inspira en las torres metálicas de alta tensión: cuatro patas de soporte que elevan una torre interior móvil. Una estructura innovadora que facilita tanto la construcción como el mantenimiento, evitando limitaciones habituales asociadas a las grúas terrestres.
Un elemento destacable es que este aerogenerador no ocupará espacio adicional, pues se erigirá entre turbinas ya existentes sin bloquear el viento de las colindantes. Además, en un tercer nivel, y debido a la gran altura de los aerogeneradores, los paneles solares en el suelo no verán reducida la energía solar que reciben. Esta integración respetuosa con el entorno y los asentamientos locales fue posible gracias a la implicación de la comunidad regional desde las fases iniciales del proyecto.

Con el respaldo del Fondo de Innovación de la UE, este proyecto subraya el papel de Europa como pionera tecnológica e industrial en renovables, combinando ambición, sostenibilidad y competitividad.
Lorre domina será el segundo edificio más alto del país, solo por detrás de la torre de Berlín, su impacto no ha generado oposición social significativa. El modelo de transparencia y colaboración abierto por sus promotores evitó conflictos durante su gestación. Simultáneamente, evita la creación de infraestructuras adicionales que alteren el paisaje.
Técnicamente, comenzar las construcciones en tierra firme supone una reducción de costes respecto a instalaciones offshore, sin renunciar a capturar vientos marinos, como confirma Grossmann, lo que favorece el retorno de la inversión en el mediano plazo.
Proyecto / Modelo | País | Tipo | Altura total* | Altura buje | Rotor / palas | Estado | Fuentes |
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GICON High-Altitude Wind Tower (Schipkau) | Alemania | Onshore (torre elevada) | 365 m (con puntas de pala) | 300 m | Palas >100 m | En construcción (2024–2026) | GICON; Clean Energy Wire; El Periódico de la Energía |
Prototipo onshore Rotterdam (GE, 2019) | Países Bajos | Onshore (instalación de pruebas) | ~260 m | — | Rotor ~220–240 m (según versión) | Operativa (récord previo onshore por altura total) | Xataka (histórico y réplica del prototipo) |
Sany SI-270150 (15 MW) | China | Onshore (gran rotor) | N/D | — | Rotor 270 m | Instalada / en despliegue | Cobertura técnica (récord por diámetro de rotor) |
Siemens Gamesa SG DD-276 (21,5 MW) | Dinamarca | Offshore (prototipo) | — | — | Rotor 276–280 m | Prototipo/validación | Cobertura industrial y de producto |
Rivalidad con China, el gigante de los aerogeneradores
China, por su parte, continúa desarrollando gigantes eólicos que asombran al mundo: por ejemplo, el aerogenerador terrestre SI-270150 de Sany, con 15 MW de potencia y un rotor de 270 m de diámetro, diseñado para abastecer a 160 000 hogares. Sin embargo, su transporte en Europa es casi imposible por sus dimensiones.
Además, en el ámbito marítimo, Siemens Gamesa lidera el récord europeo: su prototipo danés SG DD-276 alcanzará 21,5 MW y rotor entre 270 y 280 m, desafiando la hegemonía china en tamaño y potencia.
Previsto para entrar en funcionamiento en 2025 o 2026, este aerogenerador podría sentar las bases técnicas y normativas para futuras instalaciones similares. Con su altura inédita y diseño eficiente, abre la posibilidad de aplicar esta tecnología en zonas con vientos moderados, redundando en la expansión renovable sin depender únicamente de infraestructuras marinas o terrenos cercanos a la costa.
En un contexto donde Europa lucha por alcanzar la neutralidad climática y reforzar su soberanía energética, este coloso no solo simboliza una hazaña ingenieril: representa una estrategia tangible para generar más energía renovable, con menos impacto y mayor estabilidad.