El coche eléctrico culpable de que el comprador valore más la inteligencia que el rendimiento

En los últimos 10 años, con la llegada del coche eléctrico, la incorporación de pantallas cada vez más grandes y software cada vez más complejo y con más funcionalidades, ha llevado a que estos aspectos sean un criterio de compra al mismo nivel que la motorización.

 En los años 80, el coche fantástico representaba la ciencia ficción de la tecnología aplicada a un coche capaz de pensar y conducir por sí mismo. Hoy, la tecnología está cada vez más cerca de convertirlo en realidad.
En los años 80, el coche fantástico representaba la ciencia ficción de la tecnología aplicada a un coche capaz de pensar y conducir por sí mismo. Hoy, la tecnología está cada vez más cerca de convertirlo en realidad.
02/10/2021 08:30
Actualizado a 11/10/2021 18:49

El Salón del Automóvil de Múnich de 2021, celebrado hace unos días, ha puesto de manifiesto la importancia que tiene la integración digital en el automóvil. Lo que antes era una anécdota en la que nadie se fijaba (pantallas informativas, navegadores, servicios conectados), es ahora un tema central y estratégico para todos los fabricantes. Una revolución que ha venido de la mano del coche eléctrico, que ha trascendido a los de combustión y que ha llegado para quedarse.

Cuando llegaron al mercado los primeros teléfonos móviles inteligentes, y sobre todo en 2007, cuando Apple presentó el primer iPhone, casi nadie pensaba que esos pequeños aparatos iban a convertirse en una parte fundamental de la vida de las personas. Hoy en día, en los países desarrollados, casi nadie sale a la calle sin ellos. En el mismo sentido, hace menos de 10 años, en el sector del automóvil nadie hablaba de si un coche disponía de conexión a internet o si en él estaban disponibles Android Auto o Apple Car.

La integración digital, en esos momentos no interesaba a nadie. Los coches eran juzgados por sus líneas de diseño, sus acabados y por sus especificaciones técnicas y su comportamiento en carretera o ciudad. Es decir, importaba su utilidad únicamente como medio de transporte o por la diversión y la seguridad que podía ofrecer al volante. En esos tiempos "remotos" la conectividad era un gadget en el que los fabricantes no invertían y cuya presencia no era demandada por los compradores. Lo máximo que se podía encontrar era un navegador bastante obsoleto o una conexión Bluetooth.

Llega el coche eléctrico, el ordenador sobre ruedas

Hoy en día la realidad nada tiene que ver con lo descrito anteriormente. El coche eléctrico ha traído una revolución al interior de los vehículos que también ha saltado a los de combustión. La proliferación de las pantallas, cada vez más y cada vez de mayor tamaño es el estándar actual de la industria. Sin duda, parte de la responsabilidad de todo esto puede achacársele a Tesla, que además de ser protagonista indiscutible en llegada del coche eléctrico, desde el Model S ha dado una importancia vital al software y a las pantallas, Tanto es así, que a veces parece ser más una compañía de software que hace coches eléctricos que un fabricante de vehículos.

Puesto conduccion Tesla Model S 2021

Con sus coches eléctricos, Tesla ha sido uno de los impulsores del avance en la integración digital de la automoción.

Los desarrolladores de software y diseñadores de interfaces para la automoción son puestos muy solicitados actualmente por la industria. Los centros de diseño, con la colaboración de empresas externas especialistas en este campo, están desarrollando nuevas interfaces hombre máquina (HMI) porque se han convertido en el elemento central del coche. Son un punto estratégico, no solo técnicamente sino a nivel comercial, sobre todo cuando se trata de un coche eléctrico.

La empresa Human Design Group, especializada en interfaces hombre-máquina y encargada de diseñar los HMI del Grupo PSA dice que se trata de incluir funcionalidades que hoy por hoy son necesarias para los conductores. Pero además es importante la inmediatez de la respuesta, la usabilidad y la capacidad de adaptarse a lo que dicta la intuición. De ahí que además de poder ser manejadas mediante pantallas táctiles, la voz, los gestos con las manos o incluso la mirada también tomen un papel protagonista. Además, cada vez se está trabajando más en campos como la realidad aumentada para convertir el parabrisas en una pantalla gigante en la que toda la información se ofrezca de manera instantánea y ordenada.

Pantallas Honda-e electrico

Con la llegada de los coches eléctricos, el interior de los automóviles se ha convertido en un entorno digital que envuelve al conductor para ofrecer una experiencia nueva a la hora de conducir, en muchas ocasiones se valora más que el rendimiento mecánico del vehículo.

Lo que parecía ciencia ficción hace unos años se ha convertido en el pan nuestro de cada día para fabricantes y compradores. Hoy por hoy, que un coche equipe servicios digitales controlados a través de pantallas, botoneras táctiles, conectividad y acceso a internet en tiempo real y que sea compatible con Android Auto o Apple CarPlay, es un criterio de compra al mismo nivel que la motorización. El confort y el espacio interior toman protagonismo en la era eléctrica, en la que la cilindrada de un motor se convierte en algo del pasado, para pasar a valorar la autonomía, la eficiencia o la capacidad de recuperación.

Igual que la tecnología móvil ha dejado algo de lado las funciones que en un teléfono parecían fundamentales (llamar, mandar mensajes, conectarse a internet) para dar paso a las capacidades fotográficas y a la imagen, en la automoción está pasando algo parecido. Su vocación principal, el viaje, sin dejar de ser fundamental, ya no se percibe de la misma manera: vivir el viaje es tan importante como llegar al destino. Ahí es donde tienen su enfoque los sistemas digitales que aportan una experiencia nueva al hecho de viajar.

Pantalla de realidad aumentada del Volkswagen ID.3

La realidad aumentada está cada vez más presente en los coches, una revolución empujada por la electrificación.

Un ejemplo de este cambio en la industria se puede encontrar en la reciente presentación del Renault Megane e-Tech en el IAA de Múnich. Un evento orientado en gran parte a la descripción del nuevo sistema OpenR que el fabricante implementa en sus coches, presidido por dos grandes pantallas en forma de 'L' invertida en las que se integra Android Automotive, para que el conductor y sus ocupantes tengan a su disposición todos los servicios de Google también en sus desplazamientos.

En resumen, la llegada de la electricidad ha llevado a elevar la importancia de la gestión y la visualización de los datos en un entorno cada vez más informatizado del automóvil.

Sobre la firma
foto gonzalo garcia
Gonzalo García

Redactor y probador especializado en vehículos eléctricos y movilidad sostenible. Escribe en Híbridos y Eléctricos desde 2017. Es ingeniero de Caminos por la Universidad Politécnica de Madrid y Técnico especialista en vehículos híbridos y eléctricos por la SEAS. Ha trabajado en medios como Movilidad Eléctrica y Km77.

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