El transporte público danés vive horas de tensión tecnológica. Las autoridades del país han abierto una investigación urgente después de que se revelara que cientos de autobuses eléctricos fabricados por la empresa china Yutong podrían desactivarse de forma remota. La alarma se desató tras un hallazgo similar en Noruega, donde se detectó que las unidades del mismo fabricante contenían un sistema de conexión que permitía el acceso desde el extranjero.
La compañía pública Movia, encargada del transporte urbano en Dinamarca, ha confirmado que 469 de sus autobuses son de fabricación china, de los cuales 262 pertenecen a Yutong, uno de los mayores fabricantes de vehículos eléctricos del mundo. Aunque no se ha registrado ningún incidente de sabotaje o manipulación, la posibilidad teórica de que un tercero pueda “apagar” la flota desde otro país ha generado una fuerte preocupación en el Gobierno danés.
Un posible “botón de apagado” remoto

El origen del problema se remonta al descubrimiento realizado por la operadora noruega Ruter, que halló en su flota de Yutong un sistema de comunicación mediante una tarjeta SIM rumana. Según explicó la empresa, esta conexión se usa para actualizaciones de software y diagnósticos técnicos remotos, lo que permite a los ingenieros intervenir sin desplazar equipos al extranjero.
Sin embargo, el mismo sistema podría ser explotado para intervenir los controles electrónicos, bloquear puertas o desactivar motores de manera remota, según expertos en ciberseguridad consultados por medios locales.
“Lo que nos preocupa no es lo que haya pasado, sino lo que podría pasar”, reconoció un portavoz de Movia. “Si alguien logra acceder sin autorización, podría paralizar parte de la red de transporte público en cuestión de minutos.”
Yutong responde: “Cumplimos las leyes europeas”

Ante el revuelo, Yutong emitió un comunicado en el que asegura que cumple estrictamente con las normativas de protección de datos y seguridad vigentes en la Unión Europea. La compañía afirmó que toda la información de sus vehículos en el continente se almacena en un centro de datos de Amazon Web Services (AWS) en Frankfurt, protegido con encriptación y controles de acceso.
“Nadie puede acceder ni visualizar datos sin la autorización del cliente”, subrayó un portavoz de la empresa, insistiendo en que Yutong respeta la soberanía tecnológica de cada país donde opera.
Seguridad nacional y vehículos conectados
El caso danés se suma a una creciente lista de preocupaciones sobre la seguridad digital de los vehículos conectados, especialmente aquellos con tecnología procedente de China o Rusia. En 2024, el Departamento de Comercio de Estados Unidos prohibió la venta de hardware y software conectados de origen chino o ruso por riesgos de espionaje e interferencia.
Incluso sectores insospechados, como el de los neumáticos inteligentes (con tecnologías como Pirelli Cyber Tire, vinculada parcialmente a la china Sinochem), se encuentran bajo revisión de los organismos de seguridad occidentales.
Expertos señalan que el incidente de Yutong podría ser solo la punta del iceberg en un contexto donde los vehículos eléctricos y autónomos dependen cada vez más de la conectividad global. “Cada coche o autobús conectado es, en el fondo, un ordenador con ruedas. Y todo ordenador puede ser hackeado”, advierte el analista danés Søren Nørgaard.