China domina hoy la industria del automóvil. El país vive un auténtico frenesí comercial. En 2024 se vendieron más coches en toda China que en Estados Unidos y Europa, juntos. El cambio ocurrido en apenas 15 años ha sido sorprendente. Ahora, el propio Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China (MIIT), reconoce públicamente que ha inyectado mucho dinero a los fabricantes locales durante los últimos años para así poder competir de tú a tú con el resto de marcas globales. La cifra es muy alta, pero teniendo en cuenta cómo suele actuar el Gobierno chino, puede que se quede corta.
De hecho, lo es. Si retrocedemos al año 2010 descubriremos una inversión de 12.000 millones de euros para levantar la industria automovilística china que hoy conocemos. Unos 100.000 millones de yuanes de la época. El modesto objetivo era alcanzar el millón de coches eléctricos fabricados en 2014. Una mínima parte del por entonces ya considerable parque de vehículos de China. En 2009 se vendieron en el país más de 13 millones de coches, un aumento del 46% con respecto al año anterior. En 2016, el porcentaje de coches eléctricos que se movían por el país era de apenas el 1,5%. A finales de 2024 la cuota de eléctricos alcanzó el 47,9%.

China irá retirando sus ayudas de forma gradual
Es un cambio impresionante para haber ocurrido en tan solo 8 años. La envidia del mundo dirá la gente, pero China ha jugado sucio. Tal y como revela en su informe el MIIT, 198 millones de euros tienen la culpa del cambio. Esa fue la inversión realizada por el Ministerio entre los años 2016 y 2020. Muchas han sido las marcas que han contado con el respaldo económico del ente público. Empresas públicas (fabricantes estatales) como marcas privadas. En 4 años se distribuyeron 1.650 millones de yuanes. El mayor beneficiario fue BJEV (filial de la marca estatal BAIC), con unos 67 millones de euros, aproximadamente. BYD y Tesla también recibieron dinero del estado.
Los de Shenzhen sumaron 15,74 millones de yuanes, mientras que los americanos solo recibieron 3,59 millones por su planta de Shanghái. Leapmotor también aparece en los documentos públicos. La empresa, respaldada por Stellantis, ha sido beneficiaria de 2,76 millones de yuanes. Insistimos que las cantidades son muy bajas. Organismos externos aseguran que los datos reales son significativamente más altos. Este ha sido uno de los motivos de disputa entre Europa y China durante los últimos años. Luchas económicas que han terminado por la aplicación de aranceles específicos a los coches eléctricos exportados desde China.

El gobierno chino parece tener un calendario para ir retirando estos estímulos económicos. Expertos citados por medios chinos aseguran que las subvenciones se eliminarán por completo en el año 2027, siempre y cuando la cuota de ventas de vehículos de nueva energía se mantenga por encima del 50 %. Si la cuota cae, podrían reactivarse medidas de apoyo. Estos datos refuerzan la percepción entre fabricantes europeos de que los competidores chinos han contado con una ventaja estatal significativa. Aunque marcas como BJEV apenas han tenido presencia en Europa, los montos involucrados subrayan la magnitud del respaldo estatal.