Alemania, que en muchos momentos ha liderado la movilidad 100% eléctrica, ha sorprendido con un inesperado giro estratégico: promover el uso del hidrógeno como combustible para motores térmicos. Esta nueva apuesta, que no solo busca mantener la potencia y eficiencia tradicionales, sino también reducir drásticamente las emisiones, representa una alternativa tecnológica para una era energética mixta.
El hidrógeno, al quemarse en un motor, no genera CO₂, una condición indispensable para ser considerado un combustible limpio. Además, permite aprovechar al 90% la arquitectura técnica de los motores de combustión ya existentes, lo que ofrece flexibilidad en la transición energética.

El contexto alamán
El resurgimiento del combustible basado en hidrógeno se enmarca en el contexto de una creciente necesidad de descarbonizar el transporte sin dejar fuera tecnologías conocidas y ampliamente usadas. Este planteamiento podría ofrecer una solución provisional o complementaria frente al coche eléctrico, especialmente en sectores en los que la infraestructura de carga sigue limitada o su puesta en marcha todavía avanza con lentitud.
El cambio refleja una visión más pragmática: mantener la competitividad industrial alemana, asegurar autonomía energética y reducir el impacto medioambiental sin imponer cambios radicales en hardware ni esperar el despliegue masivo de puntos de recarga eléctrica.
Aspecto | Ventajas potenciales | Desafíos por delante |
---|---|---|
Potencia/eficiencia | Conserva el rendimiento de los motores térmicos; cero emisiones directas. | Necesidad de producir hidrógeno verde y manejarlo con seguridad. |
Flexibilidad | Aprovecha motores ya existentes; evita invertir en hardware nuevo. | Requiere nueva logística de distribución y almacenamiento. |
Descarbonización | Combustión limpia al no emitir CO₂ en uso. | Si el hidrógeno no es renovable, su efecto mitigador se reduce. |
Transición tecnológica | Aporta una opción complementaria al vehículo eléctrico puro. | Riesgo de ralentizar inversiones en electrificación. |
Este movimiento alemán ofrece una lectura dual. Por un lado, confirma que la movilidad sostenible se diversifica: no solo hay espacio para baterías, sino también para combustibles sintéticos o energías alternativas como el hidrógeno. Esto podría traducirse en recargas más rápidas, mayor autonomía o simplemente en mantener operativas flotas con menores costes de adaptación.
Por otro lado, esta estrategia plantea el reto de compatibilizar esfuerzos: ¿invertimos más en recarga eléctrica o en cadenas logísticas de hidrógeno verde? ¿Podría esta vía desviar recursos de lo que ya está en marcha con éxito, los eléctricos puros, y retrasar la transformación?
Alemania redefine su mapa de ruta hacia una movilidad sostenible con pragmatismo: impulsar el uso de hidrógeno en motores de combustión como alternativa parcial a los bajos niveles de adopción del coche eléctrico. Su combinación de eficiencia, adaptación tecnológica y menor impacto ambiental puede ser estratégica, aunque no exenta de desafíos técnicos, económicos y de inversión.

Ejemplos prácticos
Varios fabricantes alemanes ya experimentan con motores de combustión alimentados por hidrógeno, como complemento viable a la movilidad eléctrica. En el marco del proyecto WaVe, Mercedes-Benz Special Trucks y Mörtlbauer han desarrollado dos prototipos (un camión Unimog y un vehículo oruga) equipados con motores adaptados para quemar hidrógeno. Ambos se han probado con éxito en condiciones reales, demostrando niveles de potencia y par idénticos a sus versiones diésel (alrededor de 290 CV y 1 000 Nm), y solo emiten vapor de agua como residuo, reduciendo significativamente las emisiones sin sacrificar rendimiento.
BMW, por su parte, ha logrado impresionantes registros con su coche carrera H2R, un prototipo de motor V12 adaptado para hidrógeno líquido que superó los 300 km/h y estableció nueve récords mundiales.
Asimismo, la firma Bosch trabaja activamente en adaptar motores de combustión convencionales para usar hidrógeno, lo que implicaría una revolución en la reutilización de flotas existentes, siempre que se logre desarrollar una red de infraestructuras adecuada. En paralelo, el fabricante DAF, en asociación con el instituto holandés TNO, ha presentado un camión con motor de combustión de hidrógeno que resultó galardonado con el Truck Innovation Award 2022, resaltando este enfoque como una manera práctica de revitalizar la tecnología térmica en favor de la reducción de CO₂.
Proyecto/Fabricante | Tipo de aplicación | Detalles clave |
---|---|---|
Mercedes-Benz / Mörtlbauer (WaVe) | Vehículos especiales (Unimog, oruga) | ≈290 CV y ~1.000 Nm, rendimiento similar al diésel; emiten solo vapor de agua; pruebas en condiciones reales. |
BMW H2R | Coche de alto rendimiento | V12 alimentado con hidrógeno líquido; supera los 300 km/h; 9 récords mundiales. |
Bosch | Adaptación de motores convencionales | Desarrollo para que motores existentes funcionen con hidrógeno; enfoque en reutilización de flotas. |
DAF + TNO | Camión industrial | Motor de combustión de hidrógeno premiado (Truck Innovation Award 2022); demuestra viabilidad en transporte pesado. |
Todos estos desarrollos reflejan que la tecnología de motores de combustión con hidrógeno ya no es una teoría aislada, sino una alternativa real en sectores industriales y vehículos de altas exigencias. Su capacidad de replicar prestaciones tradicionales con menores emisiones, y su compatibilidad con flotas existentes, los hace especialmente relevantes para la transición energética, ya sea como solución provisional y complementaria previa al avance de los vehículos eléctricos.