La industria del automóvil sufre actualmente una profunda crisis de materiales y componentes. La pandemia del COVID-19 supuso un cambio radical en el normal suministro de piezas a las cadenas de montaje. Aunque ya se ve la luz al final del túnel, las fábricas sufren constantes cuellos de botella porque no llegan las piezas necesarias. En un entorno tan hostil es esencial buscar sistemas alternativos para la obtención de dichos componentes. Audi piensa que el reciclaje es un procedimiento esencial en el ciclo de vida de un coche y por eso presenta el proyecto MaterialLoop con el que espera conseguir reutilizar todo lo que sea posible.
La concienciación medioambiental no debe ir acompañada exclusivamente de la movilidad eléctrica. La fabricación de un coche eléctrico resulta tan contaminante como la de un vehículo de combustión. La producción de las baterías y el proceso de extracción de los materiales son perjudiciales para el medio ambiente. La menor dependencia de la minería y el aumento de los procesos de reciclaje permitirán liberar al mundo de emisiones contaminantes y así cerrar el círculo de la sostenibilidad. Los coches eléctricos emplean menos piezas que los térmicos, pero estos últimos pueden aportar un gran valor al final de su vida útil.
El proyecto MarterialLoop lleva tiempo en marcha. La primera etapa se presentó hace casi un año. En ella se ponía el foco en el reciclaje de los cristales rotos que serviría para fabricar las lunas del Audi Q4 e-tron. Ya por entonces, los alemanes habían calculado un ahorro de emisiones del 30% en ese procedimiento concreto. MaterialLoop abarca un mayor número de procesos y objetivos y cuenta con 15 socios que trabajarán codo con codo para optimizar el reciclaje de cada componente que sea posible. A través de ellos se podrán fabricar nuevas piezas que se emplearán en los coches nuevos.

Conviene recordar que la Unión Europea ha establecido el 2050 como el año en el que se consiga la neutralidad de emisiones en el Viejo Continente. Aunque sea un horizonte lejano, los trabajos deben comenzar ya. Durante los últimos meses, trabajadores de Audi han estado desmontando cientos de viejos coches de forma quirúrgica. En una prueba inicial se produjeron seis bobinas de acero, fabricadas con aproximadamente un 12% de materiales MaterialLoop secundarios que cumplen con los altos estándares de calidad de la firma alemana. Estos se pueden utilizar para los componentes estructurales más exigentes. Audi planea utilizar las bobinas para producir hasta 15.000 piezas de puertas interiores para el Audi A4 en la planta de prensas de Ingolstadt.
Los alemanes quieren aprender todo lo que sea posible sobre el procedimiento de reciclaje de cada componente para así comprender qué segunda vida le puede imprimir a cada material. El proceso de aprendizaje lleva años en marcha. En 2019, anunció que reciclaría el 90% del cobalto y del níquel de las baterías del Audi e-tron una vez este llegase al final de su ciclo de vida. Esa etapa de segunda vida todavía tardará en llegar, ya que los primeros resultados de la industria están demostrando que las baterías de los coches eléctricos están durando mucho más de lo inicialmente previsto, algunas ya suman 12 años de trabajo.
Desde Audi se muestran encantados con su nuevo rumbo de sostenibilidad y consideran que será esencial para lograr la ansiada neutralidad de emisiones. Markus Duesmann, CEO de la compañía, ha declarado: “Nuestro objetivo es recuperar tantos materiales como sea posible con un alto nivel de calidad y reutilizarlos en la producción. Esto ahorrará valiosas materias primas y reducirá la huella ecológica de los productos. Simultáneamente, el acceso directo a materiales secundarios puede contribuir a aumentar la seguridad del suministro. Las materias primas ya no tendrían que ser extraídas”.