Oliver Blume, CEO del Grupo Volkswagen, ha hecho declaraciones en la previa del IAA Mobility 2025 de Múnich. El directivo ha sido claro y ha afirmado que “hasta ahora, los aranceles estadounidenses nos han costado varios miles de millones de euros este año”, según recoge la agencia Reuters.
Por otro lado, Blume también ha hablado sobre la situación actual del Porsche, marca de la cual también es CEO, ya que el alemán tiene ese doble rol dentro del Grupo Volkswagen. Ha asegurado que Porsche está siendo aplastada en un ‘sándwich’ por los aranceles estadounidenses y la debilidad del mercado chino.

Un peaje arancelario de miles de millones de euros
Blume evitó acotar la cifra exacta, pero el CEO sí dejo claro que los aranceles del ejecutivo de Donald Trump han costado “varios miles de millones de euros” al Grupo Volkswagen. Por otro lado, subrayó que el impacto ha golpeado especialmente a Porsche y Audi, marcas que no tienen producción en territorio estadounidense. A día de hoy, el sector aguarda que los aranceles de importación de EE. UU. bajen al 15% desde el 27,5% vigente, un diferencial que, según Blume, ya se refleja en el balance de 2025.
El directivo subrayó que Volkswagen mantiene conversaciones avanzadas con el Gobierno de EE. UU. para realizar inversiones sustanciales en ese mercado. El grupo prevé un plan inversor en Estados Unidos para crear empleo y reforzar su cadena de suministro local. Las conversaciones con Washington han sido “muy positivas” y la compañía baraja una planta para Audi, además de otras inversiones para expandir su negocio en el país, explorando vías de apoyo por parte del Gobierno estadounidense.
Blume también dibujó la que definió como “posición sándwich” de Porsche, ya que sus dos mayores mercados, China y Estados Unidos, “tambalean o están gravados por aranceles”, lo que ha forzado ajustes de previsiones y un mayor escrutinio de inversores. En julio, la marca de Stuttgart recortó su guía anual con márgenes a la baja, entre el 5 y el 7%, en un contexto de menos ventas en China y tensiones comerciales en EE. UU.
Sobre su doble cargo (CEO del Grupo Volkswagen y de Porsche), el ejecutivo reiteró que no hay una decisión tomada acerca de cuándo terminará esa situación ni sobre su sucesión en la marca de deportivos, pese a la presión de parte del accionariado para separar los roles. “Aún no hay fecha”, zanjó.

El telón de fondo de estas declaraciones fue la apertura del IAA Mobility 2025 en Múnich, donde los grandes fabricantes europeos confrontan aranceles, costes de la electrificación y la competencia china en su propio terreno.
Cinco novedades del Grupo Volkswagen en el IAA de Múnich
En el certamen, el Grupo Volkswagen ha presentado modelos muy importantes para ampliar la base de clientes eléctricos con precios por debajo de 30.000 euros, un movimiento clave ante la competencia china y la normalización de la demanda. Además, todos los eléctricos serán fabricados en España.
El primero de ellos lleva implícito una nueva estrategia de nomenclatura. Y es que el ID. 2all se llamará ID. Polo. Volkswagen ha confirmado que el utilitario eléctrico llegará en la primera mitad de 2026. Su precio de salida se mantiene en 25.000 euros. Además, la marca alemana también ha adelantado que habrá un ID. Polo GTI, de modo que estas siglas seguirán presentes en el fabricante asociadas a las versiones más deportivas.

La segunda novedad de Volkswagen ha sido el ID. Cross Concept, un SUV compacto eléctrico que anticipa el futuro ID.Cross, que también lelgará en 2026 y lo hará por debajo de los 30.000 euros. A continuación, Skoda ha mostrado el Epiq, un nuevo SUV urbano 100% eléctrico que se posiciona como el eléctrico de acceso de la marca, con 4,1 metros de largo y 475 de maletero. Del mismo, su lanzamiento será a mitad de 2026.
La hornada de eléctricos la completa el Cupra Raval, lo que supone la llegada de su coche eléctrico más barato. Siguiendo el ejemplo de sus hermanos de grupo, este modelo también tiene previsto su estreno comercial en 2026.

La última presentación ha sido el nuevo Porsche 911 Turbo S T-Hybrid, que eleva la potencia del “nueveonce” a 711 CV, con un cero a 100 km/h en 2,5 segundos y una velocidad máxima de 322 km/h. Cuenta con un motor eléctrico integrado en los turbocompresores alimentado por una batería de 1,9 kWh (se recarga en frenadas) que aporta descargas rápidas para soplar más aire al 3.8 bóxer. No circula en modo 100% eléctrico, pero en España recibe la etiqueta Eco de la DGT.