Tesla no destaca por su servicio postventa. Y debería, ya que sus modelos son los coches eléctricos menos fiables, según el último estudio del TÜV. Sin embargo, ya son muchos los casos en los que el servicio técnico de la marca estadounidense se descuelga con facturas exorbitantes para reparar sus coches. Y, por ello, cada vez son más los usuarios que los arreglan, mucho más barato, en talleres especializados o, incluso, por su cuenta.
El último caso ha tenido lugar en Finlandia; pero al menos, el dueño de un Tesla Model S PD85D -el mismo coche que tenía Tom Hanks- ha podido ahorrarse los 15.000 euros que le pedía un taller de la marca americana. Y lo ha hecho con paciencia, usando un secador y recurriendo a los tutoriales de Youtube.

220.000 kilómetros y la batería dijo basta: se arregló… con un secador
El dueño del Tesla Model S al que nos referimos es Joni, un finlandés de 32 años amante de los coches eléctricos y que había recorrido 220.000 km con su Tesla de 2016 cuando, sin más y estando cargado, un día el coche mostró un aviso de batería baja.
La reacción natural de Joni fue avisar al servicio técnico de Tesla, quien tras inspeccionar el coche, diagnosticó un fallo de batería y le pasó un presupuesto de nada menos que 15.000 euros para su reparación.
Ante tal cantidad, Joni decidió tratar de reparar él mismo su coche. Algo que hizo debido “a que la garantía del coche ya no estaba vigente y yo no tenía interés en pagar esos 15.000 euros”. Por eso, Joni se puso a investigar para tratar de reparar la avería él mismo: “me di cuenta de que sería posible si preguntaba a aquellos que saben, y encontré muy buenas instrucciones y muchos vídeos para repararlo en Internet”, en plataforma como Youtube, explica al medio finés Ilta-Sanomat.
Joni no contaba con ninguna formación mecánica y sabía que trabajar con una batería de alto voltaje puede llegar incluso a ser mortal. Por eso, recomienda que “sólo profesionales deberían reparar baterías de coches eléctricos”.

Sin embargo, su batería seguía en buen estado. Y lo único que había sucedido es que: “la tapa superior de la batería se había oxidado y, por condensación, se había filtrado algo de agua” al interior de la misma, explica.
Por eso, se animó a tratar de reparar la avería; aunque para sacar la batería de su vehículo, que pesa cerca de 500 kilos, tuvo que recurrir a un elevador hidráulico. Una vez fuera, Joni tuvo que secar el interior de la batería, algo que hizo utilizando un potente secador de botas, un secador especializado a la venta en países nórdicos y que tuvo funcionando a lo largo de dos semanas.
Tras ese proceso con el secador, Joni tan sólo tuvo que sustituir una válvula de presión, colocar una nueva tapa de acero inoxidable y sellar la misma; algo que hizo, de nuevo, recurriendo a tutoriales de Youtube.
Así las cosas, y evitando un presupuesto de 15.000 euros, Joni pudo arreglar su Tesla Model S por “apenas unos cientos de euros”. Aunque reconoce que tuvo suerte “y que las baterías pueden tener muchos problemas; y no todas pueden arreglarse tan fácilmente como la de mi coche”.

