Hyundai Motor Europe ha definido su hoja de ruta para los próximos años en una entrevista extensa con The Big Question (Euronews) en la que su consejero delegado, Xavier Martinet, fija las prioridades de la marca para Europa: combinar tecnologías, híbrida, eléctrica a batería y de hidrógeno, en lugar de apostar por una sola vía.
Martinet subraya que la transición no será lineal y defiende una oferta diversa porque, en su opinión, “cuando alguien se compra un vehículo eléctrico rara vez vuelve atrás; descubre que son silenciosos, fáciles de usar y con menos costes de mantenimiento”.

Hyundai apuesta por el mercado europeo
El ejecutivo no oculta la ambición comercial ni la realidad competitiva: Hyundai ocupa un puesto intermedio en Europa, con una cuota del 4 % en el segmento de turismos y situándose en el décimo lugar del mercado, y busca acelerar su posicionamiento aprovechando el impulso de modelos como el IONIQ 5 y el renovado catálogo SUV.
Martinet recuerda que la marca ha crecido en la última década, aunque reconoce que el avance de los eléctricos “no va al ritmo previsto” por muchos analistas. Euronews estimaba un 30 % de cuota para 2025, sin embargo, Europa se sitúa alrededor del 17,5 % en registros reales, un desfase que explica su apuesta por híbridos y soluciones intermedias.
Frente a esta coyuntura, Hyundai plantea una estrategia pragmática: “Para 2027, todos los modelos en Europa contarán al menos con una opción electrificada, híbrida, híbrida enchufable, eléctrica o de hidrógeno”, asegura Martinet, que no concibe las tecnologías como rivales sino como complementarias en la descarbonización del transporte.
La postura de Hyundai pone el foco en la flexibilidad ante cuellos de botella como el suministro de materias primas críticas y la densidad de la red de recarga, y pretende cubrir distintas necesidades de cliente y territorio sin renunciar a la ambición de electrificar su gama.
La apuesta por el hidrógeno sigue viva en Hyundai pese a las dudas que plantea su despliegue masivo: Martinet defiende la inversión en pilas de combustible como una alternativa válida para determinados usos y mercados, sobre todo donde la recarga eléctrica aún resulta compleja o lenta. Al mismo tiempo, la marca no descuida la expansión de su catálogo eléctrico y la accesibilidad económica: modelos asequibles y plataformas modulares forman parte de la receta para acercar el coche sin emisiones a más clientes.

En su diagnóstico, el reto no es solo tecnológico sino también comercial: ser la marca “preferida” del comprador, no la segunda opción a la que recurra en último término.
Hyundai juega a varias cartas: consolidar la línea de eléctricos con mejores propuestas de valor, mantener una oferta híbrida competitiva y testar el hidrógeno como alternativa. Para el mercado europeo, donde la variación entre países es enorme, la combinación de tecnologías puede ser la estrategia menos arriesgada y la más eficaz para ampliar la base de clientes y reducir emisiones sin dejar a segmentos enteros fuera del cambio.
La electrificación avanza pero a distinto ritmo del que pronosticaron los analistas, y la respuesta industrial debe ser plural. La firma coreana confía en que sus nuevos modelos y una estrategia que no relega a ninguna tecnología útil le permitan subir puestos en el ranking y acelerar la adopción del vehículo menos contaminante. Los próximos dos años serán la prueba de fuego.