Las autoridades federales estadounidenses han abierto una investigación urgente sobre airbags falsos procedentes de China que ya se han cobrado varias vidas en Estados Unidos. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera (NHTSA) ha identificado al menos siete incidentes con airbags defectuosos, cinco de ellos mortales, relacionados con piezas fabricadas por la empresa Detiannuo Safety Technology (DTN Airbag), con sede en la provincia china de Jilin.
Según los investigadores, estos airbags sin homologar contienen químicos inestables que pueden detonar al activarse el airbag, provocando un inflado violento y sin control. La situación ha provocado una advertencia sin precedentes del secretario de Transporte, Sean Duffy, quien calificó estos dispositivos de “peligrosos” y recordó que instalar piezas de este tipo es un delito federal.
Piezas falsificadas a precio reducido

El caso salió a la luz pública tras un reportaje de The Wall Street Journal y la demanda presentada por la familia de Destiny Byassee, una joven madre de 22 años que murió en Florida cuando el airbag de su Chevrolet Malibu de 2020 explotó durante un choque leve a solo 48 kilómetros/hora. Según los peritos, el airbag instalado era un componente de la empresa DTN no homologado, que estalló “como una granada” lanzando fragmentos de metal y plástico contra su cuello.
Las autoridades creen que hay talleres de reparación y ensambladores están importando estos airbags desde el extranjero sin saberlo. Se venden a una fracción del coste de los originales (hasta 10 veces más baratas) y se presentan como repuestos legales y con homologación. Sin embargo, su construcción deficiente y la ausencia de controles de calidad las convierten en mortales.
“Estos falsos airbags se fabrican con materiales de baja calidad y carecen de la ingeniería de los componentes originales. El riesgo de fallo es mucho mayor”, explica Bob Stewart, presidente del Automotive Anti-Counterfeiting Council y responsable de Protección de Marca de General Motors.
Alerta a talleres y distribuidores

El secretario Duffy lanzó esta semana un mensaje directo al sector: “Quien esté introduciendo este equipo chino defectuoso en el país y lo instale está poniendo en peligro a las familias estadounidenses y cometiendo un grave delito”. También instó a distribuidores y talleres a ser más rigurosos en la verificación del origen de las piezas.
Por ahora se desconoce cuántos vehículos en EEUU (y otras partes del mundo) podrían tener instalados estos airbags falsos. DTN Airbag, por su parte, sostiene que sus productos están prohibidos para la venta en Estados Unidos y que la empresa “no hace negocios” en el país.
Un riesgo invisible para millones de conductores
El caso de los airbags falsificados recuerda al escándalo de los airbags defectuosos de Takata, que obligó a sustituir decenas de millones en todo el mundo. Pero, a diferencia de aquel caso, se trata de componentes ilegales y de mercado negro que pueden haber sido montados en reparaciones rutinarias sin que los propietarios lo sepan.
Las autoridades recomiendan a los conductores verificar en concesionarios oficiales si sus airbags han sido reemplazados recientemente y comprobar que los componentes proceden de fabricantes homologados. La NHTSA mantiene abierta su investigación y no descarta acciones legales contra los importadores y talleres responsables.