En una marca como Toyota, que triunfa en cifras de ventas en España y tiene a tres de sus modelos rondando el top 10 del mercado, se evidencia todavía más cuando uno no está a la altura de lo esperado. Es el caso del Toyota Corolla Cross, un todocamino por el que hubo que esperar mucho en nuestro país, pero que a la hora de la verdad no está comprando casi nadie. Y es algo llamativo, puesto que se trata de una alternativa bastante interesante dentro del siempre competido segmento de los SUV compactos.
Está disponible desde 37.999 euros, una cuantía que le sitúa por encima de la media del segmento, pero en el resto de aspectos (tamaño, espacio interior, equipamiento y motores), sí que resulta bastante competitivo.

Un SUV versátil de corte familiar
Se encuentra en el segmento de moda, con un diseño neutro que difícilmente puede tener detractores, aunque sí que es cierto que tiene menos personalidad que alguno de sus hermanos. Con una longitud de 4.460 mm y un maletero con 390 litros de capacidad, cumple como coche familiar.
Y, como en otros tantos modelos de Toyota, se limita a ofrecer mecánicas híbridas autorrecargables, algo que juega a su favor, en primer lugar porque siempre tiene la etiqueta Eco de la Dirección General de Tráfico y, en segundo, porque las dos variantes que hay están bien escaladas para cubrir las necesidades de conductores diferentes.
La de acceso es la 140H, que desarrolla una potencia de 140 CV y un par máximo de 185 Nm, acelerando de 0 a 100 km/h en 10 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 170 km/h. Aunque sus prestaciones son solo correctas, son cifras decentes para una versión de entrada que, además, donde tiene su foco es en la eficiencia, arrojando un consumo de solo 5 l/100 km y unas emisiones de 114 g/km.
Para quien busque un rendimiento mayor, está disponible la 200H, que tiene 197 CV y 207 Nm, así que rebaja el sprint a 7,74 segundos y, de paso, aumenta a 180 km/h la velocidad máxima. Lo mejor es que lo consigue sin apenas perjudicar su eficiencia, puesto que solo consume 5,1 l/100 km y las emisiones de CO2 se quedan en 115 g/km.
Cada una de las dos está asociada a un nivel de equipamiento en exclusiva. La motorización de acceso se combina con la variante Style, que ya tiene una dotación bastante completa, incluyendo elementos como las llantas de aleación de 18 pulgadas, faros delanteros y traseros LED, retrovisores exteriores calefactables y plegables automáticamente, cristales traseros oscurecidos, cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas, Toyota Smart Connect con pantalla de 10,5 pulgadas, climatizador bizona, acceso y arranque sin llave, iluminación ambiental y tapicería de tela.
El motor más potente se ofrece con el acabado Style Plus que, a todo lo anterior, le añade el techo panorámico practicable Skyview, unas molduras laterales cromadas, tapicería de cuero parcial, asientos delanteros calefactables, cargador de smartphone inalámbrico y portón trasero automático con apertura manos libres.

Eclipsado por sus hermanos
En lo que va de año, el Toyota Corolla Cross ha vendido únicamente 378 coches. Una cifra baja en general, pero todavía más en el seno de la propia marca, puesto que otros de sus modelos arrasan en ventas. ¿A qué se debe ese pobre rendimiento comercial?
Un primer motivo se puede encontrar en la naturaleza del mercado. Toyota esperó mucho para entrar en el segmento C SUV, que es el que acumula más ventas de todos, pero que ya está repleto de otras alternativas, que tienen más nombre y son más conocidos, así que es complicado hacerse hueco entre ellos.
El segundo es la competencia interna. No quizá tanto con el Toyota Yaris Cross (11.878 matriculaciones hasta julio), porque pertenece directamente al segmento de los SUV pequeños, pero si por parte del Toyota C-HR. Éste nada entre dos aguas y es un auténtico superventas (11.497 ejemplares), tiene más trayectoria que el Corolla Cross y, aunque sea más pequeño, puede atraer a público potencial de éste.