Ford ya ha demostrado que sabe hacer buenos coches eléctricos como el Ford Mustang Mach-e o el Ford Puma Gen-E. Sin embargo, los americanos saben que las baterías juegan un papel protagonista en esta nueva era de la movilidad. La eficiencia resulta clave, al igual que la composición química de las pilas que alimentan los coches eléctricos. En Michigan cuentan con un gran centro de experimentación y desarrollo. Instalaciones punteras que ahora celebran la creación de una nueva generación de baterías para vehículos eléctricos. Un directivo de la compañía lo define como un “gran avance”.
Como ya sabrás, en la actualidad, hay dos tipos fundamentales de baterías; las de iones de litio y las de litio-ferrofosfato, más conocidas como LFP. Cada una presenta ventajas e inconvenientes, desde el rendimiento hasta el coste de producción. Las baterías de estado sólido son la gran promesa, el próximo paso en la evolución, pero los formatos actuales no han dicho su última palabra. Quedan años para que las baterías de estado sólido se consoliden en la industria. Mientras tanto las empresas buscan fórmulas extraordinarias que permitan extender la vida operativa de los modelos actuales.

Ion Park cuenta con más de 135 expertos de primer nivel a escala mundial
Según Charles Poon, responsable de Ingeniería de Propulsión Electrificada de Ford, el fabricante de automóviles ha logrado un "gran avance" en la química de las celdas en su centro de desarrollo de baterías Ion Park de Michigan, utilizando una química que Ford denomina Litio Rico en Manganeso (LMR). Según el propio Poon, las células LMR ofrecen una mayor densidad energética que las baterías de alto contenido en níquel, mientras que desde Ford apuntan a unos costes significativamente más bajos en comparación con las actuales baterías de níquel medio. En cuanto a seguridad, las baterías LMR son comparables a las actuales LFP.
Estas tres ventajas; seguridad de nivel LFP, mayor densidad energética que las químicas de alto níquel y costes inferiores a las alternativas de níquel medio, llevan a Poon a describir este hecho como un "momento crucial en el viaje de electrificación de Ford y para el futuro de los vehículos eléctricos". Con estas celdas, un coche eléctrico no sólo podría conducir más lejos con una sola carga, sino también alcanzar "una verdadera paridad de costes con los vehículos de gasolina y hacer que los vehículos eléctricos sean accesibles a más gente". "Esto no es sólo un experimento de laboratorio. Estamos trabajando activamente para ampliar la química de las células LMR e integrarlas en nuestra futura gama de vehículos dentro de esta década. El equipo ya está produciendo nuestras células LMR de segunda generación en nuestra línea piloto".
Como era de esperar, Poon no ha entrado en más detalles al respecto. No ha aportado ningún dato ni ninguna previsión. Tampoco ha querido especificar la receta mágica ahora descubierta, pero sí que ha aportado una imagen que demuestra que en Ion Park ya se están produciendo las primeras células LMR. La instalación de Michigan fue inaugurada en 2021 tras una inversión inicial de 185 millones de dólares. Actualmente, Ion Park es el hogar de más de 135 químicos, ingenieros y científicos de talla mundial procedentes de las principales empresas de baterías e instituciones de investigación de todo el mundo. Esperemos poder recibir más detalles dentro de poco.