El coche es una propiedad privada, pero en él no se puede ni hacer ni llevar lo que se quiera. Cualquier conductor es susceptible de ser interceptado por agentes de policía que quieran inspeccionar su vehículo y, en función de lo que encuentren en él, puede ser incluso multado. En el caso de este SEAT León lo que se encontró la Guardia Civil se salía de lo habitual.
Como se puede ver en el vídeo compartido por ‘En Guardia 24/7’ en Facebook, los agentes de la benemérita fueron puestos en aviso de que en una gasolinera el vehículo estaba repostando una cantidad de combustible anormalmente alta, lo que podría indicar que no fuera para uso propio, si no que se tratara de “petaqueros”.
Los “petaqueros”
Es un término con el que es posible no estar familiarizado, porque es bastante específico. Se denomina así a las personas que se dedican al abastecimiento de combustible para las narcolanchas. Son el soporte que tienen en tierra los narcotraficantes, encargándose de recopilar combustible para luego suministrarlo a las embarcaciones.
Si la tarea se realiza con mesura, es decir, rellenando garrafas de manera paulatina y en distintas gasolineras, es muy difícil detectarlos, porque podría ser un ciudadano cualquiera haciendo un acopio menor de combustible por el motivo que sea. Pero en esta ocasión fueron descuidados, comprando una cantidad enorme en un único punto, lo que levantó sospechas.
Cuando los guardias civiles reciben el primer aviso, se está produciendo el repostaje, pero cuando se están encaminando hacia la estación de servicio reciben otro que dice que el vehículo está abandonando el lugar. Teniendo solo información relativa al modelo y color del vehículo, pero no su matrícula, tienen que comenzar una búsqueda prácticamente a ciegas en la zona, pero tienen suerte y otros agentes dan con él en una rotonda a las afueras de El Ejido.
Casi el doble de lo permitido
El vehículo es un SEAT León de primera generación, que ya está con el maletero abierto, dejando ver su carga: el sospechoso había abatido los asientos traseros del compacto para hacer hueco a las 12 garrafas llenas de combustible que llevaban, sumando un total de más de 400 litros.
Aunque en ese momento no pueden acusar al conductor de “petaqueo”, porque no saben a donde se dirige ni tienen pruebas, la benemérita si puede detenerle por estar incumpliendo la ley. El máximo de combustible que puede transportar un particular sin tener un certificado ADR es de 240 litros y solo siempre que los traslade en envases homologados con una capacidad de 60 litros cada uno. El conductor llevaba prácticamente el doble, por lo que solo por eso se enfrentaría a una multa de hasta 3.000 euros.
Todavía hay más, ya que iba sin carnet de conducir. Según la DGT, esto “puede ser constitutivo de un delito tipificado en el artículo 384 del Código Penal y que está castigado con penas de prisión de 3 a 6 meses, una multa de 12 a 24 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días”.
En el programa se puede ver que en lo que va de año la Guardia Civil ya habría intervenido un total de más de 75.000 litros de combustible para el “petaqueo”.
