Un creciente número de clientes en China afirma haberse topado con una sorpresa inquietante al comprar un coche nuevo: el vehículo ya estaba asegurado antes de haber sido adquirido. Esta práctica, cada vez más común entre fabricantes de automóviles chinos, está generando controversia al sugerir que los datos de ventas del sector podrían estar artificialmente inflados.
Una investigación de Reuters revela que varias marcas chinas estarían registrando vehículos como vendidos tan pronto como se les asigna un seguro, sin que los coches hayan sido entregados realmente a clientes. Este mecanismo permite a los fabricantes alcanzar sus objetivos de ventas internas, mejorando sus cifras ante inversores, y ante el propio mercado.
Una práctica extendida y admitida

Un caso destacado es el de Neta, que habría contabilizado 64.719 vehículos como vendidos entre enero de 2023 y marzo de 2024, pese a que estos no habían llegado a manos de sus compradores. Esa cifra representa más de la mitad de sus ventas totales en ese periodo. Por su parte, Zeekr y otros fabricantes también estarían aplicando tácticas similares.
Algunos concesionarios vinculados a grandes grupos como FAW-Hongqi, SAIC-Roewe, Dongfeng-Nissan, GAC-Toyota, GAC-Honda o SAIC-GM han reconocido a medios estatales chinos que utilizan este sistema para cumplir cuotas mensuales de ventas.

Sin embargo, no todos avalan esta estrategia. Honda aseguró que prohíbe a sus concesionarios contratar seguros antes de cerrar la venta con el cliente. GM China, por su parte, afirmó que solo contabiliza como ventas aquellas entregas efectivas a compradores.
Los consumidores han comenzado a notar la irregularidad solo después de completar la compra, descubriendo que su nuevo coche ya tenía un seguro registrado, a menudo a nombre de un tercero.
Dos formas de medir ventas
En China existen dos indicadores principales para medir las ventas de automóviles. Uno es el reporte de los fabricantes a la asociación de la industria, basado en vehículos enviados a concesionarios. El otro, más preciso, utiliza los datos de seguros obligatorios de tráfico y refleja las ventas reales al consumidor.
Desde la intensificación de la guerra de precios en el sector del automóvil chino en 2023, esta práctica se ha extendido rápidamente. Ante esto, la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM) ha criticado el uso de registros de seguros como métrica de ventas, calificándolos de “poco fiables” y “propiciadores de una competencia destructiva”.