La Unión Europea ha decidido flexibilizar su postura respecto a prohibir la venta de los coches con motor de combustión en 2035, un cambio de postura que ha generado polémica y debate, con marcas que están a favor y otras en contra. Ford es de las primeras y, de hecho, está haciendo campaña para que en Reino Unido se sigan los mismos pasos.
Lisa Brankin, directora general de Ford Reino Unido, ha declarado a Autocar: “Tras la decisión de la UE, queda más claro que nunca que el Reino Unido debe seguir el ejemplo y acortar urgentemente la distancia entre nuestros ambiciosos objetivos y la realidad del mercado. Adelantar de inmediato la revisión del mandato VETS (VEZ) es el primer paso para lograrlo”.
Con el cambio de la UE, Reino Unido tiene ahora un calendario mucho más estricto en materia de emisiones. Exige que año tras año las marcas tengan un mayor porcentaje de ventas de coches eléctricos hasta llegar a la totalidad en 2035, así como que a partir de 2030 todos los coches estén hibridados de alguna manera.
Adaptarse a la realidad del mercado
Mike Hawes, director ejecutivo del SMMT, por su parte considera: “El Reino Unido debe hacer lo correcto para su propia transición. Europa es el mayor mercado para las exportaciones automotrices del Reino Unido y la mayor fuente de productos para los compradores de automóviles británicos, por lo que lo que sucede en Europa es importante para el Reino Unido”.
Aunque Reino Unido se independizara con el Brexit, su industria no está aislada, algo que es patente en el caso de la automoción. Por eso está en una situación compleja en la que tiene que equilibrar sus intereses propios tanto dentro como fuera de sus fronteras: “La revisión debe considerar todos los aspectos de la transición, incluida la demanda, la infraestructura, los incentivos fiscales y el contexto global, dado que el sector del Reino Unido no opera de forma aislada”, añade.
Pero no todo el mundo rema en esa dirección, Lucien Mathieu, director de automóviles de T&E, aboga por lo contrario: “El Reino Unido debería redoblar sus esfuerzos y aspirar a ser líder en electrificación”.
Ford no está sola
El medio ha recopilado declaraciones y comunicados de otras marcas de automóviles que en los últimos tiempos, ya haya sido antes o después del anuncio de la Unión Europea, se han manifestado en una dirección similar.
Un representante de Volkswagen UK habría dicho: “Llevamos algún tiempo pidiendo una revisión del marco regulatorio del Reino Unido con base en datos del mercado”, aunque admite que es necesario que el gobierno siga promoviendo la venta de coches eléctricos con incentivos y ayudas, “actualmente contamos con más de 20 vehículos eléctricos de batería (BEV) en el mercado entre los que los clientes pueden elegir. La continuidad de la expansión de los BEV es fundamental”.
Stellantis, por su parte, ha emitido un comunicado en el que deja clara su posición crítica respecto al giro de la Unión Europea, porque considera que los cambios no son suficientes: “Las propuestas no abordan significativamente los problemas que enfrenta la industria actualmente”, refiriéndose sobre todo a las normas sobre emisiones de furgonetas, y señala que en el Reino Unido “agradecería una revisión de su enfoque hacia sus estrictos objetivos, y que la haría a principios de 2026”.