Los tiempos cambian y cambian mucho más deprisa de lo que a algunos les gustaría. La realidad del 2020 nada tiene que ver con la del 2025. Los analistas y los expertos han fallado estrepitosamente en sus previsiones. El coche eléctrico dista mucho de ser la alternativa real que todos aseguraban que iba a ser. Solo unos pocos países en el mundo pueden decir que el coche eléctrico se ha convertido en su principal sistema de movilidad, pero Europa, en su conjunto, no es uno de ellos. Las marcas piden a la Unión Europea que revise el estado del mercado. La industria del automóvil en Europa sufre.
Durante más de un siglo, el Viejo Continente ha sido el epicentro mundial de actividad relativa al motor. Mercedes creó el primer coche de la historia y su importancia siempre ha sido especial. Es una de las principales marcas de Alemania, de Europa y del mundo. Sus coches son símbolo de estatus y aspiración. Todo el planeta conoce a la marca de la estrella, pero las decisiones tomadas hace unos años no sirven para lo que su CEO asegura es otra realidad. Se antoja un año cargado de negociaciones y tensiones en el seno de la Unión Europea.

“Nos estrellamos a toda velocidad contra la pared
En 2026 se revisará la normativa relativa a la prohibición de los motores de combustión. En dicha ley se estipula que a partir del 1 de enero de 2035 quedará prohibida, salvo excepciones, la venta de coches con motores de combustión. Es decir, todos los coches vendidos a partir de esa fecha tendrán que ser eléctricos. Mercedes, alumno aventajado en materia de electrificación, aseguraba que estaba en disposición de adelantar esa fecha hasta el 2030. Para finales de la década Mercedes esperaba que el 100% de sus ventas fueran de coches eléctricos. Hace ya un año que ese porcentaje bajó al 50% ante la realidad del cambio.
Ahora, el CEO Ola Kallenius empieza a ejercer presión a Europa y a su normativa de prohibición. Tras haber abrazado la electrificación de forma precipitada, Kallenius critica ahora el plan de la Unión Europea para eliminar los motores de combustión a partir de 2035. Tal y como recoge Reuters, las declaraciones de Kallenius se unen a un coro cada vez más numeroso de directivos y responsables que tratan de retrasar la fecha. “Necesitamos una dosis de realidad. De lo contrario, nos estrellamos a toda velocidad contra la pared”, ha declarado el máximo responsable de Mercedes.

Según Kallenius, el mercado eléctrico todavía no está listo. Las marcas europeas poco pueden hacer frente a las chinas y llegado el momento “los consumidores simplemente se apresurarían a comprar automóviles con motores de gasolina o diésel antes de la prohibición”. Palabras que ya había dicho con anterioridad. Acto seguido, Kallenius ha comentado: “por supuesto que tenemos que descarbonizarnos, pero debe hacerse de forma tecnológicamente neutral. No debemos perder de vista nuestra economía”. Es decir, el CEO de Mercedes reclama más incentivos especiales y precios de energía más baratos para así fomentar el cambio a los coches eléctricos.