En Mercedes esperaban volverse 100% eléctricos a finales de la presente década, pero los resultados comerciales demuestran que, con suerte, sólo el 50% de las matriculaciones estarán libres de emisiones. A pesar del radical cambio de rumbo, los de Stuttgart no cejan en su empeño de ampliar la gama eléctrica. El nuevo Mercedes CLA introduce una nueva generación de coches eléctricos de la estrella. Su llegada ha estado plagada de expectación y alguna que otra inesperada sorpresa. El coche eléctrico que definirá el futuro de Mercedes inicia ahora la producción en la fábrica de Rastatt.
Tras varios años en fase de desarrollo, millones de kilómetros de pruebas realizados y decenas de rumores sobre él, el pasado 14 de marzo se presentó ante todo el mundo el nuevo CLA. La tercera generación de la berlina de acceso a Mercedes presentó una larga lista de novedades, encabezada por su versión 100% eléctrica. Más adelante la gama CLA quedará completada con más variantes mecánicas incluyendo un híbrido de muy bajo consumo -llegará en 2026-. En un principio, los clientes sólo podrán comprar las variantes eléctricas.

La vida comercial del nuevo CLA ya está en marcha
La gama actual está compuesta por el CLA 250+ y por el CLA 350 4MATIC. En su versión más extraordinaria el CLA es capaz de anunciar un alcance homologado de hasta 790 kilómetros. Cifra que lo sitúa como uno de los coches eléctricos con mayor autonomía de Europa. Sólo le superan dos modelos mucho más caros. A pesar de sus buenos registros, el CLA ha estado envuelto en la polémica antes de llegar a los concesionarios. La carga ha centrado casi todas las críticas. Mercedes ha sorprendido con la decisión de no incluir un conversor DC/DC que permita al CLA carga en estaciones de 400 voltios, las más numerosas en Europa y en gran parte del mundo.
Es por ello que el CLA no podrá en puntos de carga de 50 kW ni en ninguna de las estaciones de carga rápida de Tesla. En corriente continua, el CLA es capaz de soportar tasas de carga de hasta 325 kW, pero sólo en aquellos puntos que operan a 800 voltios. La compañía ya ha anunciado que corregirá el problema instalando un conversor, al menos en Estados Unidos, aunque las primeras unidades corregidas no llegarán hasta el año que viene. Es obvio que este problema puede suponer un grave perjuicio para el éxito comercial del coche eléctrico más esperado por Mercedes. El precio puede ser otro condicionante. Como mínimo cuesta 54.710 euros. Mucho más que un Tesla Model 3.

A pesar de todo, el nuevo CLA ha cumplido otro gran hito en su historia particular. La factoría de Rastatt ya ha dado el pistoletazo de salida a la producción. Las primeras unidades deberían ser entregadas a sus clientes durante la temporada estival o a finales de la misma. Mercedes tiene que reconducir su estrategia eléctrica. Algunos de sus modelos están siendo un completo fracaso, como es el caso del Mercedes Clase G eléctrico. Apenas han vendido un par de miles de unidades en todo el mundo. Las versiones de combustión superan sus ventas significativamente.