Aparcar correctamente no siempre garantiza evitar una multa. Así lo demuestra un caso ocurrido en Croydon, al sur de Londres, donde un conductor regresó de sus vacaciones y se encontró el parabrisas de su coche con varias sanciones, después de que el ayuntamiento hubiera convertido el espacio donde había estacionado en una plaza reservada para personas con movilidad reducida mientras el vehículo permanecía inmóvil.
Las plazas destinadas a personas con movilidad reducida son espacios de uso exclusivo, protegidos por la normativa de tráfico tanto en España como en otros países. En el caso del reglamento español, prohíbe parar o estacionar en estas zonas, y contempla una sanción de 200 euros sin retirada de puntos. Sin embargo, el debate surge cuando la señalización aparece después de que el coche haya sido correctamente aparcado.
Un estacionamiento legal que acabó en sanción

El protagonista de esta historia dejó su Audi TT estacionado en un hueco residencial sin ningún tipo de señalización específica antes de marcharse de vacaciones. Durante su ausencia, el Ayuntamiento de Croydon decidió transformar ese espacio en una plaza reservada para personas con movilidad reducida. Lejos de esperar a que el vehículo se moviera, los operarios municipales pintaron la señalización alrededor del coche.
Cuando el propietario regresó, se encontró con cuatro multas de estacionamiento colocadas en el parabrisas, correspondientes a los días comprendidos entre el 22 y el 26 de noviembre. En ese momento, el espacio ya estaba claramente marcado como plaza de movilidad reducida, lo que daba la impresión de que el vehículo llevaba días ocupando ilegalmente la zona reservada.
Imágenes que desataron la polémica
El caso se hizo viral tras la publicación de imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia, en las que se ve a un trabajador municipal midiendo el espacio y pintando la plaza alrededor del coche aparcado frente al domicilio de su propietario. Las grabaciones datan del 17 de noviembre y evidencian que el vehículo no fue retirado antes de realizar la señalización.
El conductor criticó públicamente la falta de información por parte del consistorio y comparó la situación con las obras viales habituales, que suelen ir acompañadas de avisos previos para que los vecinos retiren sus vehículos. A su juicio, una simple notificación habría evitado el problema.
La respuesta del ayuntamiento
Ante la repercusión del caso, el Ayuntamiento de Croydon reconoció el error. Según explicó, uno de los agentes de control de estacionamiento no fue informado de que la plaza había sido señalizada cuando el coche ya estaba aparcado, lo que dio lugar a la emisión de las multas.
El consistorio defendió que pintar alrededor de vehículos estacionados es una práctica habitual para no retrasar la habilitación de plazas de movilidad reducida, ya que esperar a que el espacio quede libre podría prolongarse durante semanas. Aun así, admitió que la situación fue mal gestionada.
Finalmente, las autoridades pidieron disculpas al propietario del Audi TT y confirmaron que todas las multas fueron anuladas antes incluso de que el vídeo se difundiera masivamente en redes sociales.
Aunque el desenlace fue favorable para el conductor, el episodio ha reabierto el debate sobre la necesidad de mejorar la comunicación entre administraciones y ciudadanos, especialmente cuando se realizan cambios en la señalización que pueden afectar directamente a los usuarios.