Tesla ha dado un nuevo paso que apunta a reforzar la conectividad de sus vehículos. La compañía ha registrado una patente que sugiere la futura integración de antenas satelitales directamente en sus coches, un movimiento que, aunque no menciona explícitamente a Starlink, encaja de forma clara con la red de satélites de SpaceX, empresa también liderada por Elon Musk.
La patente, titulada “Vehicle Roof Assembly with Radio Frequency Transparent Material” (Conjunto de techo de vehículo con material transparente a radiofrecuencia), describe un nuevo diseño de techo pensado para permitir el paso de señales satelitales, algo que hasta ahora resulta complicado debido a que los techos metálicos o de vidrio convencionales suelen bloquear o atenuar este tipo de señales.
Un techo preparado para ocultar la antena

Según el documento, Tesla propone el uso de polímeros específicos transparentes a la radiofrecuencia, como el policarbonato o el acrilonitrilo estireno acrilato (ASA). Estos materiales permitirían integrar antenas directamente en la estructura del techo, manteniéndolas ocultas y sin comprometer la rigidez, la seguridad ni el diseño del vehículo.
La patente señala que este tipo de ensamblaje facilita la “comunicación clara con dispositivos externos y satélites”, lo que supone un cambio relevante respecto a las soluciones actuales, donde las antenas suelen ser visibles o añadidas de forma externa.
Conectividad más allá de la red móvil
Los vehículos de Tesla ya destacan por ser algunos de los más conectados del mercado, apoyándose de forma intensiva en redes celulares para funciones como la recopilación de datos de Autopilot, actualizaciones de software OTA, navegación o servicios de streaming. Sin embargo, la cobertura móvil tiene límites, especialmente en zonas rurales, áreas montañosas o rutas remotas.

Aquí es donde entra en juego Starlink. Aunque la patente no menciona el servicio por su nombre, algo habitual en este tipo de registros, la red satelital de SpaceX ofrece alta velocidad y baja latencia, características compatibles con las necesidades de datos de un coche moderno. Una integración de este tipo permitiría que el vehículo cambiara automáticamente entre 5G y conexión satelital según la cobertura disponible, asegurando que siempre esté conectado.
De soluciones caseras a integración de fábrica
Hasta ahora, algunos propietarios de Tesla han optado por instalar antenas Starlink Mini de forma artesanal, sobre todo para usos como el camping o viajes fuera las zonas de cobertura móvil. La patente sugiere que Tesla estaría trabajando en una solución integrada de fábrica, completamente invisible para el usuario y mucho más práctica.
Aun así, el objetivo final no está del todo claro. Expertos del sector coinciden en que la conducción autónoma no puede depender de una conexión a internet constante por motivos de seguridad, por lo que esta tecnología no sería crítica para el Full Self-Driving. Sin embargo, sí podría resultar muy atractiva como opción para clientes que circulan con frecuencia por zonas sin cobertura, o incluso como una forma de reducir costes recurrentes al depender menos de operadores móviles tradicionales.
Aunque no hay confirmación oficial de que Tesla vaya a lanzar coches con Starlink integrado a corto plazo, el registro de esta patente refuerza la idea de una estrategia de conectividad más autosuficiente, alineada con el ecosistema de empresas de Elon Musk. De materializarse, supondría un nuevo elemento diferenciador en un mercado cada vez más competitivo.