No hay semana en la que Tesla no parezca estar metida en un lío. La compañía de coches eléctricos de Elon Musk ha revolucionado el mundo, pero también se ha visto envuelta en demasiados conflictos a lo largo de estos años. Tras haber perdido el liderato del mercado global de vehículos impulsados con batería -en favor de BYD- los americanos se centran, bajo la batuta de Musk, en nuevas áreas como la conducción autónoma. Sus primeros coches sin conductor -aunque llevan un copiloto- ya circulan por Estados Unidos mientras las autoridades amenazan con castigarles por culpa de su Autopilot.
Musk quiere que Tesla se convierta en un referente global en materia de movilidad autónoma. Durante años ha estado vendiendo su avanzado paquete de asistentes a la conducción bajo el paraguas de una falsa denominación que muchos conductores interpretan como la verdadera conducción autónoma, pero no es así. El Autopilot ha sido objeto de muchas disputas legales con las autoridades y organizaciones americanas. Estas han solicitado, reiteradas veces, a Musk que cambie el nombre de su paquete de asistencia a la conducción al considerar que genera falsas expectativas de autonomía.
Las autoridades extienden el plazo para que Tesla tome medidas
Es decir, las autoridades critican a Tesla por bautizar como Autopilot un paquete de ayudas a la conducción que bajo ningún concepto deben ser considerados como sistemas de conducción autónoma. No es extraño ver vídeos en los que negligentes conductores, sobre todo americanos, circulan con sus Tesla sin prestar atención a la conducción. Guiados por su confianza en los asistentes de sus coches, emplean el tiempo del viaje en hacer otro tipo de actividades, incluso dormir o leer el periódico. Son varios los accidentes reportados por estas negligencias al volante. Si bien el conductor es responsable final del incidente, las autoridades creen que Tesla también tiene culpa.
Ya en el pasado mes de julio la compañía fue advertida, pero desde entonces no se han producido cambios. El curso legal de las acciones legales sigue su marcha y ahora el Departamento de Vehículos a Motor de California (DMV) ha decidido retrasar 60 días la aplicación de la sanción que impedirá a Tesla vender coches en el Estado de California durante 30 días. La costa oeste americana, principalmente California, se ha establecido como un feudo para la movilidad eléctrica. Tesla representa el mayor porcentaje de ventas de la región. Si la compañía de Musk no cambia el nombre de su paquete de asistentes las autoridades activarán la prohibición de venta.
El DMV afirma que, desde que la autoridad inició el procedimiento, Tesla ha dejado de utilizar el término supuestamente engañoso Full Self Driving (Conducción Autónoma Total) en favor del término Full Self-Driving “Supervised” (Conducción Autónoma Total Supervisada) aclarando así que el sistema debe contar con la vigilancia del conductor en todo momento. Una prohibición de las ventas en California podría tener un impacto significativo en Tesla. Según diversos informes, en California se vendieron cerca de 135.500 Teslas en los nueve primeros meses de 2025. El mayor mercado para la compañía fuera de China.