En el mercado del automóvil, el segmento C es clave para las marcas puesto que en él se concentra un gran volumen de ventas. La irrupción de los SUV y la electrificación han dado lugar a nuevas propuestas en las que no solo se mezclan los formatos (crossover, berlina, hatchback, familiar) sino también las dimensiones y la división de segmentos. Las plataformas eléctricas, el tamaño de los componentes mecánicos y su ubicación en el vehículo han permitido ampliar el espacio del habitáculo y del maletero con unas dimensiones más contenidas.
En este escenario, el BYD Dolphin aterriza en Europa posicionándose de lleno, por dimensiones, en el segmento C. Mide 4.290 mm de largo, 1.770 mm de ancho y 1.570 mm de alto para una batalla de 2.700 mm. Un tamaño casi calcado al de, por ejemplo, el Megane E-Tech y muy similar al del MG 4 o al Volkswagen ID.3, que son un poco más anchos. El fabricante, líder de ventas en China, ha desembarcado en 19 países europeos, por ahora, con más de 150 concesionarios y con la intención de llegar a más de 500 en 2024. En España cuenta ya con 11 puntos (Madrid, Barcelona, Valencia, Andalucía y Canarias) y aspira a cubrir todo el territorio en 2025 con más de 40.
Todo esto por un poco más que MG y mucho menos que el resto de sus competidores
De forma resumida, el BYD Dolphin cuenta con un motor de 150 kW (204 CV) de potencia y una batería de 60,4 kWh de capacidad. Está disponible desde ya en los dos acabados más altos de la gama, Comfort y Design, cuyo precio de adquisición, incluyendo el Plan Moves III (con achatarramiento) y todas las campañas de la marca (incluida la de lanzamiento), está en 24.480 € y 26.480 €, respectivamente. En 2024, se lanzarán al mercado dos nuevas versiones, Active y Boost, más económicas, con motores de 70 kW (95 CV) y 130 kW (177 CV), y una batería de 44,9 kWh de capacidad.
Lo más destacado del Dolphin de 204 CV, el que hemos probado, son los materiales y la calidad con la que aparentemente está ensamblado y la relación entre el precio y la autonomía y en general toda la tecnología que incorpora. En este punto hay que destacar que el precio de partida de la versión Comfort es de 35.690 € (2.000 € más para la Design). Entre campañas y ayudas se alcanzan los 11.210 € de descuento. De esta cantidad, 3.000 € se corresponden a la campaña de lanzamiento que dura hasta finales de año.
Tecnologías y garantía BYD
Para aquellos que todavía dudan sobre la calidad que puede llegar a ofrecer una marca más o menos desconocida y con la etiqueta de ser china, BYD presenta unas credenciales que garantizan su fiabilidad.
La primera es su tecnología. El Dolphin incorpora los tres pilares sobre los que se asientan todos sus modelos. En primer lugar, la plataforma eléctrica modular e-Platform 3.0 sobre la que se monta la bomba de calor de alta eficiencia (de serie en todas las versiones). En segundo lugar, la batería LFP (litio-ferrofosfato) Blade Battery que, al prescindir de los módulos, permite empaquetar más celdas en el mismo espacio y formar parte de la estructura resistente del coche. Y, por último, el sistema de propulsión eléctrico 8 en 1 que incluye la unidad de control, el sistema de gestión de la batería (BMS), el inversor, la unidad de reparto de potencia, el sistema de carga en corriente continua, el cargador de a bordo para corriente alterna, el motor y la transmisión.
BYD garantiza todo el vehículo durante 6 años o 150.000 kilómetros. Para el caso del sistema eléctrico el periodo se extiende más. La Blade Battery mantendrá el 70% del SOC durante 8 años o 200.000 km. Una garantía que extiende al motor y a la unidad de control.
En cuanto a la seguridad, el BYD Dolphin ha recibido 5 estrellas en los test de Euro NCAP: 89% en seguridad para ocupantes adultos; 87% para ocupantes infantiles; 85% para usuarios vulnerables en la vía, y 79% para la categoría de asistencia de seguridad. Estos porcentajes han contribuido a que el vehículo obtenga la calificación más alta en términos de seguridad para los ocupantes y otras áreas evaluadas.
Rivales del BYD Dolphin en el segmento C
Algunos de los rivales a los que se enfrenta el BYD Dolphin son, por ejemplo, el MG 4 cuyo precio de partida es de 30.690 € sin ningún descuento y ayuda, pero que, aplicando todos ellos, incluida la financiación de la marca, puede reducirse hasta los 18.480 €. Es el único modelo que puede ser más barato, aunque la versión Standard, que es la que se ofrece a este precio, es muy inferior en potencia y equipamiento.
Otros coches eléctricos del segmento C contra los que compite son el Citroën ë-C4 (32.905 €), el CUPRA Born (38.210 €), el Volkswagen ID.3 (43.755 €) o el Renault Megane E-Tech (36.768). Todos los precios se corresponden con la versión de entrada y sin ningún tipo de ayuda ni descuento.
Versiones y características del BYD Dolphin
Las versiones que están a la venta en el mercado español del BYD Dolphin son las que incluyen el sistema eléctrico con 204 CV de potencia y la batería de 60,4 kWh, que homologan 427 km de autonomía. Las que incorporan la batería de 44,9 kWh llegarán en 2024. Además de su menor capacidad, reduce la potencia de carga máxima en corriente alterna de 11 kW a 7 kW y en corriente continua de 88 kW a 60 kW. En ambos casos, es posible disponer del sistema V2L para cargar otros dispositivos eléctricos a un máximo de 3,3 kW.
La Blade Battery de 60,4 kWh está compuesta por celdas LFP (litio-ferrofosfato, LiFEPO4) que prescinden del uso de cobalto y de níquel, minimizando la cantidad de litio que utiliza. La consecuencia es la reducción económica que esto conlleva para su producción y también ventajas medioambientales.
Esta química aumenta la vida útil respecto a las NCM (Níquel-Cobalto-Magnesio). Según BYD, la estructura de la batería Blade, que consta de módulos de 96 cm de largo, 1,4 cm de ancho y 8,9 cm de altura (de ahí el nombre "Blade", cuchilla en inglés), es más segura. Tiene una densidad energética ligeramente inferior, pesa 420 kg por los 375 kg que pesa la batería de 62 kWh del Volkswagen ID.3, de tipo NCM. Según los datos de los fabricantes, la densidad de energía de la batería BYD es de 140 Wh/kg, mientras que la de Volkswagen es de 155 Wh/kg.
El habitáculo y el puesto de conducción
El interior del BYD Dolphin es el primer modelo de la familia Ocean y el primero en adoptar el lenguaje de diseño "Ocean Aesthetics". Su carrocería se basa en la practicidad con puertas que facilitan el acceso al interior y asientos en cuero vegano con ajustes eléctricos (en las versiones Comfort y Design) y que recogen bien el cuerpo.
Por sus materiales y por la disposición de los mandos, el puesto de conducción es satisfactorio. La mayor parte de los plásticos que recubren el interior son rígidos, a excepción de una franja que atraviesa el panel de control de lado a lado y otra que se encuentra en las puertas de un material suave y ligeramente flexible.
La consola central adopta una forma de puente que alberga varios espacios de almacenamiento, algunos en la parte de abajo, algo más difíciles de acceder en comparación con los situados en la parte superior. Varios de ellos están protegidos por una cortina corrediza. Las tomas de corriente, que incluyen USB-C y una de 12V, también se encuentran discretamente ubicadas.
Dispone de dos pantallas, ambas de buena calidad, con buen contraste y alta capacidad de respuesta. La instrumentación, de 5 pulgadas y situada detrás del volante informa sobre la velocidad, la capacidad de la batería, la autonomía, el modo de funcionamiento y los sistemas de seguridad, además de los datos del ordenador de a bordo.
La central es, probablemente, una de las características diferenciadoras de este coche. Es de 12,8 pulgadas en las versiones Comfort y Design, pero lo más interesante es la posibilidad de cambiar su orientación, ya que mediante un botón situado en el volante (y en la propia pantalla) puede colocarse en posición horizontal o vertical. Una opción muy práctica y que favorece la visualización cuando se siguen las instrucciones del navegador (que en vertical permite ver más tramo a recorrer) o la visualización multimedia o las aplicaciones multimedia, preparadas habitualmente para visualizarlas en horizontal.
Debajo de ella se sitúan algunos de los mandos físicos que todavía se mantienen. Son de forma circular y se activan mediante movimientos giratorios. Permiten ajustar la posición de marcha (PRND), el modo de conducción o el nivel de retención eléctrica (entre los dos existentes) o el sistema automático del climatizador (que no es bizona)
En cuanto al espacio interior, en las plazas traseras, la distancia para las piernas es considerable, al igual que la altura libre al techo. Como en la mayoría de los coches de este tamaño, resulta estrecho para acomodar a tres personas en la fila trasera. El piso es completamente plano y no deja las rodillas tan elevadas como en otros casos en los que la batería también se sitúa en los bajos. Gracias a la escasa altura de la batería Blade, este efecto se minimiza. En la extensión de la consola central, se encuentran tomas de corriente, pero no hay salidas de ventilación.
En cuanto al maletero, su capacidad es de 345 litros, una cifra que se puede considerar normal para el tamaño de la carrocería. El borde de carga se sitúa bastante alto en relación con el suelo, lo que podría representar un obstáculo al cargar objetos pesados.
A los mandos del BYD Dolphin
La unidad probada en esta presentación dinámica se corresponde con la versión Design (la más alta de la gama) y que respecto a la Comfort solo añade el techo panorámico, las llantas de aleación de 17 pulgadas en acabado tricolor (bicolor en la Comfort), los cristales traseros oscurecidos y la carga inalámbrica para teléfonos móviles.
En la prueba, recorrimos 132 km por todo tipo de carreteras, desde autovías, con varias zonas urbanas con rotondas de baja velocidad, carreteras secundarias de dos direcciones con grandes rectas y zonas de montaña con curvas pronunciadas. El recorrido se realizó con lluvia en algunos momentos y con una temperatura exterior oscilando entre -2 ºC y 4 ºC. El modo de conducción estaba ajustado a la posición NORMAL y la calefacción ajustada a 23ºC.
Partimos con 396 km de autonomía y llegamos al destino con 219 km, consumiendo, según el indicador del cuadro de instrumentos, un 40% de la batería de 60,4 kWh. Tomando esta cifra como capacidad utilizable, se consumieron 24,16 kWh.
Con estos datos, el consumo aproximado es de 18,3 kWh/100 km, que supone una cifra aceptable teniendo en cuenta que no se realizó una conducción buscando la máxima eficiencia. Extrapolando este dato, se lograría una autonomía de 330 km. La cifra homologada en el ciclo WLTP para el recorrido combinado es de 427 km (consumo 15,9 kWh/100 km) y de 565 km en el urbano (12 kWh/100 km).
Conclusiones
El BYD Dolphin es una buena opción de compra para aquellos que necesiten un coche para su uso en ciudad o para desplazamientos largos. Cumple con todas las condiciones que se le pide a un vehículos del segmento C tanto por el espacio disponible en el habitáculo y en el maletero como por su extenso equipamiento, propio en algunos casos de coches de mayor categoría.
La intención de BYD no es ofrecer un coche muy barato con un acabado muy escueto sino poner a disposición de los conductores toda la tecnología de la marca en un formato compacto y asequible. Para ello, el fabricante se basa en la escala de fabricación (en septiembre, BYD ya había vendido 500.000 unidades del Dolphin) y, sobre todo, en la integración vertical de la empresa que fabrica todos los componentes fundamentales: plataforma, batería y motor, lo que permite una importante reducción de costes. A ello contribuye su tecnología, como es el caso de una batería que no precisa de materiales caros.
Frente a su competencia, el BYD Dolphin juega la baza de la alta relación calidad-precio-autonomía, sin renunciar en absoluto a la garantía, la tecnología y a los sistemas de seguridad de sus rivales.