En España existen impuestos de varios tipos para conductores y propietarios de coches, como el de Matriculación o el de Circulación, entre otros. Por el momento, los coches eléctricos, en particular, cuentan con una serie de beneficios, como las ayudas a la compra del Plan Moves, la reducción total o parcial en el pago de impuestos locales o las facilidades para circular y aparcar en el centro de las ciudades. Todas estas medidas favorecen e incentivan la adquisición de un vehículo cero emisiones. Sin embargo, con su proliferación, las administraciones están perdiendo unos ingresos que suponen un importante montante económico. Por eso, una región ya tiene un plan para solventarlo.
Esta no es la primera vez que un territorio concreto inicia los trámites para que los vehículos eléctricos paguen por uso o circulación. Hace apenas unos meses, en Noruega se debatía que la Administración debía proponer el pago de un impuesto similar al que abonan los coches térmicos, cada vez más escasos allí, para el mantenimiento de las carreteras y otras áreas. Ahora, el estado de Vermont, en Estados Unidos, ha lanzado una propuesta que, finalmente, parece que terminará entrando en vigor: un impuesto basado en el kilometraje de los vehículos eléctricos.
Vermont es uno de los estados más proactivos en incentivar a sus ciudadanos a hacerse con un vehículo eléctrico. Todo lo contrario que Wyoming, el estado que busca prohibirlos en 2035. No obstante, son estos estímulos los que provocarán una pérdida económica cuantiosa para este 2023 debido a la disminución del uso de la gasolina o el diésel, carburantes que están grabados con una serie de impuestos que no pagan los coches eléctricos.
Para compensar esta pérdida de ingresos, el estado de Vermont estaría considerando un proyecto de Ley que propone un impuesto basado en el kilometraje de los vehículos. Por el momento, no se conoce el montante concreto que propondrá el gobierno estatal, aunque se sabe que se basará en la cantidad de millas recorridas por un vehículo durante un período concreto de tiempo y se calculará en función de lo que debería haber aportado si el coche equipase un motor térmico.
Aunque esta propuesta ya ha sido presentada y aprobada por la Cámara del Gobierno de Vermont el pasado día 30 de marzo, ahora ha sido remitida al Comité de Transporte, quien deberá aportar su particular visión al respecto. En cualquier caso, su adopción aún tardaría en llegar, ya que el ejecutivo no prevé su incorporación hasta, al menos, el año 2025, cuando confían en que el 15% de sus vehículos nuevos sean completamente eléctricos. Los híbridos enchufables, por su parte, deberán pagar la parte proporcional dependiendo de su uso en modo 100% eléctrico.
¿Puede haber un impuesto similar en España?
A día de hoy, es difícil anticiparse a los movimientos del Ejecutivo español en el medio plazo, aunque es probable que en algunos años desaparezcan los beneficios fiscales con los que cuentan los coches eléctricos, así como la incorporación de algún tipo de impuesto especial para estos.
Las administraciones reciben un elevado montante económico a través del pago de impuestos por parte del vehículo (térmico) en España. Una vez que estos sean sustituidos por vehículos eléctricos, se reducirán unos ingresos que, en parte, están destinados al mantenimiento de las autopistas y demás carreteras públicas (amén de otros apartados).
Recordemos que el Gobierno de España se encuentra trabajando en un tipo de pago por uso de las autopistas, el cual podría afectar a cualquier tipo de vehículo (térmico, híbrido o eléctrico), aunque todavía no se conoce cuándo entrará en vigor concretamente.
