Santiago Abascal y Vox arremeten contra la imposición de la baliza V16 de la DGT, y estos son sus argumentos

El partido Vox, con Santiago Abascal al frente, busca desregular la baliza V16 de la DGT en plena cuenta atrás para su obligatoriedad en enero de 2026.

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Abascal pide paralizar la imposición de la baliza V16.
28/11/2025 13:00
Actualizado a 28/11/2025 13:00

La polémica en torno a las balizas V16 de la DGT, el dispositivo luminoso que sustituirá a los triángulos de emergencia a partir del 1 de enero de 2026, ha llegado con fuerza al Congreso de los Diputados. En esta ocasión, el foco recae sobre Francisco José Alcaraz, diputado de Vox por Jaén, y sobre el propio dirigente de Vox, Santiago Abascal, que lo han calificado de “estafa”, y exigen su paralización inmediata.

Durante su intervención esta misma semana, Alcaraz señaló que la obligatoriedad de las V16 constituye “un nuevo golpe” para los ciudadanos y acusó al Gobierno de utilizar el dispositivo como herramienta recaudatoria. Según el representante de Vox, la medida supone que el Ejecutivo “vuelve a meter la mano en el bolsillo de los españoles”, cuestionando además la eficacia de las balizas geolocalizadas frente a los tradicionales triángulos de emergencia.

¿Hay contradiciones en Vox?

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En medio de la polémica, Vox se ha posicionado contrario a la baliza.

Estas declaraciones podrían contrastar notablemente con su posición de hace apenas unos meses antes. En junio, durante una sesión de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso, Alcaraz defendió una proposición no de ley dirigida a mejorar la protección de los trabajadores encargados del mantenimiento de carreteras. En aquel momento, el diputado subrayó la importancia de la conectividad y de la incorporación de tecnologías innovadoras como la baliza V16, los conos inteligentes o la señal WLOT, todos ellos elementos integrados en la plataforma DGT 3.0.

En la nota de prensa difundida por Vox tras aquella comisión, aún disponible en la web del partido hasta este jueves, se recogía con claridad que Alcaraz respaldaba la implantación de las V16. El texto señalaba que estos dispositivos, junto con un refuerzo de la señalización y campañas de concienciación, eran herramientas esenciales para reducir el riesgo de atropellos y mejorar la seguridad en las carreteras.

Sin embargo, el tono del diputado ha cambiado en plena recta final hacia la entrada en vigor de la obligatoriedad del dispositivo. Ahora, Alcaraz sostiene que las balizas geolocalizadas no cumplen con las garantías necesarias y afirma que su implantación responde más a intereses económicos que a criterios de protección vial.  Evidentemente, no podemos pasar por alto que en aquel momento se hablaba del uso para trabajadores encargados del mantenimiento de las carreteras, mientras que esto es una imposición a todos los conductores, y por cada baliza se pagan impuestos, pese a ser obligatoria. Ya en su momento hablamos de la polémica generada alrededor de esta medida.

La reacción interna no se ha hecho esperar. El propio presidente de Vox, Santiago Abascal, ha anunciado la creación de una “portavocía específica de desregulación” con la misión de frenar normativas que, según la formación, imponen cargas innecesarias a los ciudadanos. Entre sus objetivos inmediatos estaría la eliminación de la obligatoriedad de las V16, tal y como dicta el comunicado oficial.

El debate sobre las balizas se intensifica mientras su fecha de implantación obligatoria se acerca. Con opiniones encontradas dentro y fuera del Congreso, la controversia parece lejos de resolverse. Lo que sí queda claro es que la postura de Vox añade un nuevo elemento de tensión a la discusión pública sobre seguridad vial y regulación tecnológica en España.