La Comisión Europea podría estar a punto de dar ‘marcha atrás’ a su propuesta para prohibir la venta de coches como motor de gasolina a partir del año 2035. Esta legislación se acordó en el año 2022. Sin embargo, el mercado no demanda tantos vehículos eléctricos como se esperaba. A consecuencia de ello, todo a punta a que Ursula Von Der Leyen anunciará que dentro de 10 años se podrán seguir usando modelos híbridos enchufables o eléctricos de autonomía extendida.
Esto habría llegado a consecuencia de la insistencia de numerosas marcas del sector, así como de gobiernos de países miembros y de la propia ACEA (Asociación de Fabricantes de Automóviles Europeos). Ante la presión, la Comisión Europea se habría visto ‘entre la espada y la pared’, lo que ha provocado que Von Der Leyen tome cartas en el asunto.

Hakan Samuelsson cree que la UE podría no hacer bien con el retraso de la ley 2035
Sin embargo, pese a esto, también hay muchos fabricantes que no estarían de acuerdo con este giro de guión. Uno de los que se han opuesto tajantemente a este retraso en la aplicación de la ley ha sido Hakan Samuelsson, CEO de Volvo, durante una entrevista con el medio Automotive News.
Según esta ley, a partir del 2035 no se podrán vender coches que emitan algún tipo de gas nocivo. Esto implicaría que sólo se podrán matricular vehículos 100% eléctricos o con pila de combustible de hidrógeno. No obstante, con la modificación, podría abrirse a que las marcas puedan ofrecer alternativas híbridas enchufables o eléctricas de autonomía extendida. Esto, para el Samuelsson, no es una buena noticia.
“Queremos que el objetivo de cero emisiones se mantenga. Nos hemos adaptado a la normativa e invertido mucho dinero para lograrlo. Lo hicimos sabiendo que podríamos vender certificados de CO2, lo que a su vez nos ayudaría a financiar el desarrollo de nuestros coches eléctricos. Si la UE cambia la normativa, sería muy perjudicial para Volvo”, afirmó el CEO.

A esto, Samuelsson continuó: “No creo que nadie crea que los motores diésel y de gasolina convencionales volverán. El futuro pertenece a los coches eléctricos. La única pregunta es cuán rápido se producirá este cambio. Pero si, como nosotros, creen que este cambio ocurrirá, no creo que sea correcto discutir cómo ralentizar este proceso. Es mejor adaptarse lo más rápido posible, porque nunca he visto a nadie fortalecerse adaptándose lentamente”.
Entre los argumentos del CEO para que la electrificación triunfe en Europa está el necesario apoyo político, con ayudas a la compra de vehículos, así como a desarrollar aún más la infraestructura de recarga pública. Esto último, precisamente, es algo que lleva años comentándose como uno de los pilares fundamentales para la expansión de los modelos ‘cero emisiones’.
No obstante, este movimiento está costando mucho, especialmente en regiones como España. Samuelsson ha dado su opinión sobre esta lentitud en la expansión: “No se puede simplemente establecer objetivos para la industria automotriz y esperar que la infraestructura ya esté instalada. Estados Unidos llevó al hombre a la Luna en ocho años, por lo que debería ser posible construir la infraestructura de carga en Europa en diez. Me niego a crees que eso sea imposible”.