La Comisión Europea ha abierto una revisión formal que podría cambiar el futuro del CUPRA Tavascan en Europa. El organismo comunitario ha recibido una propuesta de Volkswagen Anhui, filial del grupo alemán en China, para sustituir los actuales aranceles antisubvenciones por un sistema alternativo de precio mínimo de importación y cuotas anuales, según confirmó un portavoz de SEAT a Reuters. Si esta propuesta prospera, Volkswagen podría quedar parcialmente exento de la tasa adicional del 20,7% que se aplica a sus eléctricos fabricados en China.
El CUPRA Tavascan, centro de la investigación
Aunque el documento publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea el 4 de diciembre no menciona explícitamente al modelo, todo apunta a que el expediente gira en torno al CUPRA Tavascan, el único coche 100% eléctrico de Volkswagen Anhui que se importa actualmente a la Unión Europea.

El SUV eléctrico, desarrollado sobre la plataforma MEB y producido en Hefei (China) para todo el mundo, soporta un arancel total del 30,7% (20,7% de tasa por la sanción de la UE más el 10% estándar). Este coste adicional ha puesto en jaque su competitividad frente a otros vehículos eléctricos del Grupo Volkswagen fabricados en Europa y frente a rivales como el Ford Explorer eléctrico.
Volkswagen propone un precio mínimo y una cuota anual
Según SEAT, su filial junto con Volkswagen Anhui “han trabajado intensamente para garantizar que la propuesta cumple los requisitos exigidos por la Comisión”. El plan incluye:
- Un precio mínimo de importación para cada unidad llegada desde China.
- Un cupo anual de vehículos autorizados.
Bruselas ahora debe determinar si el compromiso es “aceptable y viable”. Las partes interesadas tienen solo cinco días desde la publicación para presentar alegaciones, aunque el proceso completo puede extenderse hasta 12 o incluso 15 meses. La Comisión decidirá si sustituye los aranceles por este nuevo esquema, como ya ha hecho en ocasiones anteriores con otros sectores industriales.
SEAT y CUPRA, en riesgo por los aranceles

Los aranceles han sido motivo de fuerte preocupación en la cúpula de SEAT y CUPRA. El ex CEO Wayne Griffiths advirtió en febrero que el impacto económico podría alcanzar “cientos de millones de euros”, alertando incluso de posibles recortes de hasta 1.500 empleos en España si no se alcanzaba un acuerdo rápido.
Griffiths llegó a plantear que, sin una solución, CUPRA podría verse obligada a “abandonar la electromovilidad no rentable”. Aunque estos escenarios extremos no se han materializado y Griffiths ya no está al frente de la compañía, su sucesor, Markus Haupt, mantiene abierta la vía negociadora con Bruselas.
Un modelo clave para la estrategia eléctrica de CUPRA
El CUPRA Tavascan es una pieza central en la ofensiva eléctrica de la marca española y una apuesta estratégica para su expansión internacional. Su viabilidad depende en gran parte de que el precio final no se dispare por efecto de los aranceles.
Tampoco podemos pasar por alto que el CUPRA Raval, del que nosotros ya hemos publicado la prueba de una unidad preserie, se va a fabricar al completo en España, pero necesita una serie de paquetes de baterías que hasta septiembre de 2026 no va a poder empezar a suministrar la planta valenciana de Sagunto. Hasta entonces, pues la idea es empezar a comercializarlo antes, el fabricante tendrá que recibir las baterías de otra localización, por confirmar, y el mencionado acuerdo podría ser clave en este sentido.
La posible exención o flexibilización del sistema impositivo sería un balón de oxígeno para la marca española del grupo Volkswagen y un precedente relevante para futuros modelos que pudieran producirse en China.