La Comisión Europea ha dado marcha atrás en su prohibición de venta de coches de combustión en 2035, abriendo la puerta a una producción limitada de estos vehículos hasta que cada marca alcance un 10 % de las emisiones permitidas en 2021. Esto abre la puerta a que se sigan vendiendo híbridos enchufables, eléctricos de autonomía extendida, etc., así que es algo celebrado por las marcas de coches… pero no por BYD.
La marca china ha celebrado una rueda de prensa en Londres a la que han acudido diversos medios, entre ellos Auto Express. En ella ha estado presente Stella Li, Vicepresidenta de BYD, quien ha dejado claro que a su compañía no podía importarle menos este cambio.

BYD va a lo suyo
Li ha sido contundente: “No nos importan las revisiones del Pacto Verde ni retrasar la prohibición de los coches de combustión”. Esta posición se debe al modo de trabajo de la marca y al enfoque que tiene con sus productos, algo entendible ya que solo desarrolla coches eléctricos y coches híbridos enchufables: “Podemos usar el DM-i para sustituir los motores de combustión interna con un rendimiento mucho mejor, un consumo de combustible mucho menor y tecnología inteligente. Nuestra estrategia, desde los coches pequeños hasta los grandes, es ofrecer vehículos eléctricos y DM-i”.
De esta manera, con la prohibición original en 2035, habrían capeado el temporal vendiendo sus dos sistemas de propulsión hasta entonces, para dedicarse únicamente a los modelos 100 % eléctricos después. Con la nueva normativa, podrán seguir adelante con ambas tecnologías, ya que cumplirán con creces con los límites de emisiones.
Críticas a la Unión Europea y a los fabricantes rivales
La vicepresidenta, aunque admita que las políticas impuestas por Europa no les afecten, se muestra crítica con ellas, ya que cree que los cambios de una a otra perspectiva lo único que hacen es tener en jaque a los fabricantes de automóviles, que tienen que cambiar sus planes en función de lo que llegue desde arriba.

“La Unión Europea está intentando impulsar el 'Pacto Verde' de un lado a otro y para muchas empresas automotrices, la investigación y el desarrollo es un proceso de vaivén”, señala. Además, contrapone esa situación a la que tiene su empresa, que rema siempre en la dirección de la electrificación: “¿Cómo pueden competir con una empresa [como BYD] que solo cree en una dirección? Durante los últimos casi 30 años, nuestro sueño siempre fue la electrificación. Invertimos todo el dinero en una sola dirección”.
Apostar por niveles altos de electrificación tenía sus riesgos hace tiempo y supone unas ventas menores que si tuvieran motorizaciones térmicas dependiendo del mercado, pero ha permitido que BYD tome la delantera entre los coches eléctricos. En Europa, donde tienen una menor aceptación, ha sido el añadido de los híbridos enchufables lo que ha terminado de potenciar sus ventas, colocándose en una posición privilegiada entre los fabricantes chinos y también frente a rivales de mayor trayectoria.
Li confía en su empresa: “¿Quién va ganando? Se oye a muchas empresas tradicionales decir que nuestro futuro producto será un vehículo eléctrico. Ahora podrían decir que quizá tengamos otra opción. Pero sus gastos de I+D deben dividirse en dos; nunca se tiene suficiente dinero para eso y nunca se domina una sola área”.
