Stellantis avisa a la Unión Europea: "Si nos enfrentamos a una multa de 2.500.000.000 €, cerramos fábricas"

El conglomerado está en pleno proceso de reestructuración. Antonio Filosa y el resto de la cúpula directiva se enfrentan a serias decisiones que podría afectar a toda Europa.

FIAT ha tenido que cambiar de plan rápidamente ante la caída de las ventas eléctricas.
FIAT ha tenido que cambiar de plan rápidamente ante la caída de las ventas eléctricas.
06/08/2025 08:30
Actualizado a 06/08/2025 08:30

La situación del mercado europeo es todo menos halagüeña. Bruselas lleva años tomando decisiones políticas que ponen en riesgo uno de los tejidos industriales más importantes del Viejo Continente. El sector de la automoción representa más del 10% del PIB del continente. Un poderoso músculo tecnológico, productivo y laboral. Sin embargo, las excesivamente reguladas políticas continentales pueden acabar en el más absoluto desastre si no se toman medidas contundentes. Stellantis se encuentra contra la espada y la pared. Tiene que reducir su huella de carbono y solo hay dos formas de hacerlo, aunque una de ellas es prácticamente imposible.

Las normativas de emisiones en Europa obligan a los fabricantes a limitar sus emisiones de CO2. Estas medidas no solo afectan a los vehículos a través de la Euro7, también se aplica en todo el proceso, desde la fabricación a la venta. En caso de no cumplir con los límites fijados por Bruselas, las marcas se tienen que enfrentar a significativas multas. El año pasado, la ACEA (Asociación Europa de Fabricantes de Automóviles) cifró en más de 15.000 millones el efecto que las multas de emisiones tendrá sobre la industria. Stellantis, como uno de los mayores conglomerados de la región es quien más lo puede notar.

Jean Philippe Imparato es ahora el máximo responsable de Stellantis para el área europea.
Jean Philippe Imparato es ahora el máximo responsable de Stellantis para el área europea.

Los fabricantes tienen que apretarse el cinturón de las emisiones

De hecho, lo está notando. Durante el reinado de Carlos Tavares la empresa tomó un claro rumbo eléctrico, puede que demasiado agresivo ya que no parecía haber plan B. La realidad es que el coche eléctrico sigue sin ser la alternativa que habían previsto expertos y analistas. Las ventas crecen, pero mucho más lento de lo esperado. Por suerte, Europa se ha dado cuenta de la situación y ha retrasado 3 años la aplicación de los límites de emisiones. Aún así, no parece ser un tiempo razonable para algunas marcas. El máximo responsable de Stellantis para el área de Europa, Jean-Phillipe Imparato, ha lanzado la voz de alarma en una entrevista.

Stellantis tiene dos vías para evitar las significativas multas que Europa puede aplicarle. La primera es vender más coches eléctricos, prácticamente el doble, algo que parece bastante improbable teniendo en cuenta la situación del mercado. Imparato ha afirmado que los objetivos aún eran inalcanzables para los fabricantes de automóviles y ha reconocido que su compañía se enfrenta al pago de 2.500 millones de euros en multas. La fórmula alternativa para reducir la huella de carbono es cerrar fábricas en Europa. Una solución muy negativa teniendo en cuenta el peso de Stellantis en la industria continental.

Leapmotor C10
Leapmotor (Stellantis) podría ser una de las salvaciones para reducir la huella de carbono.

"Tengo dos soluciones: o me lanzo a fondo (con los eléctricos) o acabo con los vehículos de combustión interna. Y, por lo tanto, cierro fábricas", ha reconocido Imparato. En los últimos años no han sido pocas las fábricas de Stellantis que han corrido peligro. Principalmente las italianas al ser las más afectadas por la estrategia de electrificación. Antonio Filosa, nuevo CEO de Stellantis, y el resto de la cúpula directiva se enfrentan a serios retos durante los próximos meses y años. Por suerte, la viabilidad de las plantas españolas de Stellantis parece más asegurada. Vigo y Zaragoza cuentan con planes sólidos de futuro. La planta aragonesa albergará una gran fábrica de baterías el año que viene tras un acuerdo millonario con CATL.