Un elemento tan común como el nitrógeno, que forma el 78% de la atmósfera, se propone como una alternativa revolucionaria para mover vehículos sin necesidad de baterías ni de combustibles fósiles. El nitrógeno líquido, licuado a –196 °C, puede generar movimiento gracias a su expansión al volver al estado gaseoso, multiplicando su volumen y ejerciendo presión suficiente para accionar un motor sin producir emisiones contaminantes.
Este mecanismo aprovecha la energía almacenada en la fase líquida del gas para convertirla en trabajo mecánico. No requiere combustión, lo que implica cero emisiones de CO₂, NOₓ o partículas. Además, la ausencia de baterías reduce el peso del vehículo y simplifica su diseño.

Ventajas frente a electricidad e hidrógeno
Esta tecnología puede encajar en movilidad sostenible, al brindar energía limpia y potente con repostajes rápidos y sin necesidad de infraestructuras complejas. Comparado con el hidrógeno, el nitrógeno líquido presenta ventajas notables. Es más seguro, menos inflamable, más sencillo de almacenar y puede obtenerse mediante energías renovables a partir del aire. Al respecto, Este gas se presenta como una alternativa con un potencial disruptivo para superar a las baterías, a las celdas de hidrógeno o a este mismo elemento utilizado directamente como combustible.
Frente a los coches eléctricos, ofrece un repostaje inmediato, similar al de un vehículo de combustión tradicional, eliminando tiempos de carga y la problemática del reciclaje de baterías.
El principio no es nuevo, pero su aplicación en motores sí lo es. La empresa británica Dearman ha desarrollado un motor basado en la expansión térmica del nitrógeno. El gas sale del tanque criogénico, entra en contacto con un fluido caliente que lo evapora violentamente y acciona los pistones, generando energía mecánica sin residuos.
| Tecnología | Ventajas destacadas | Limitaciones principales |
|---|---|---|
| Baterías eléctricas | Alta eficiencia, infraestructura ya establecida, cero emisiones directas | Pesadas, costosas, dependencia de minerales |
| Hidrógeno | Zero emisiones, repostaje rápido, buena autonomía | Coste elevado, logística compleja, menos seguro |
| Nitrógeno líquido | Repostaje rápido, no inflamable, sin baterías pesadas, solo frío y aire como emisión | Tanques criogénicos costosos, aún en desarrollo |
Pero, a pesar de todas estas ventajas la tecnología enfrenta a algunos obstáculos significativos:
- Almacenamiento criogénico: mantener nitrógeno líquido a –196 °C exige tanques altamente aislados, caros y técnicamente exigentes.
- Baja densidad energética: aunque potente, la energía volumétrica sigue siendo limitada respecto a baterías y combustibles tradicionales, lo que reduce la autonomía potencial.
- Ausencia de infraestructura: no hay estaciones de repostaje ni logística preparada para este tipo de combustible.
- Coste de licuefacción: transformar nitrógeno atmosférico en líquido requiere energía, y si no proviene de fuentes renovables, puede afectar el balance medioambiental.

Estado actual de la tecnología
En este momento, los motores de nitrógeno líquido siguen en fase experimental. Varias universidades y empresas han desarrollado prototipos, e incluso se ha adaptado una furgoneta clásica a este sistema Sin embargo, su traslado a vehículos de uso general dependerá de avances tecnológicos importantes y de inversión en I+D.
Algunos analistas consideran que este tipo de tecnologías podrían comenzar a aplicarse en nichos muy específicos, como transporte urbano o industrial ligero, posiblemente a partir de 2030–2040. Así, aunque el nitrógeno líquido ofrece propuestas interesantes como el repostaje rápido, las cero emisiones o la simplicidad mecánica, aún debe demostrar su viabilidad técnica, económica y logística. No parece destinado a reemplazar el coche eléctrico o el hidrógeno, pero sí podría complementar el ecosistema de la movilidad sostenible en aplicaciones concretas.