Durante su presentación en Yakarta, Indonesia, la startup Omoway, fundada por antiguos ejecutivos de Xpeng, mostró al público la primera motocicleta eléctrica de producción con capacidades de conducción autónoma total fabricada en serie.
El modelo, denominado Omo X, sorprendió a todos al entrar solo sobre el escenario, avanzar de modo autónomo y aparcar sin intervención humana. Una muestra clara de que el futuro de la movilidad eléctrica urbana empieza a tomar forma hoy mismo.

Una tecnología que no está en otras motos de producción
Pese a que las scooters eléctricas son comunes en nuestras ciudades, ninguna ofrece hoy capacidad de autopilotarse, aparcar o cargarse sin intervención humana. El Omo X podría representar un salto significativo en seguridad, comodidad y eficiencia urbana. Por Indonesia circulan 120 millones de motocicletas. En 2024 impulsó su crecimiento aumentando sus ventas en un 400%. Omoway ha elegido este país como su plataforma global de lanzamiento, con planes de producción local y su sede regional en Yakarta.
El diseño del Omo X se caracteriza por su estructura modular. El prototipo puede configurarse en tres modos: es un scooter urbano, un modelo estilo street con caja central o una versión cruiser con bultos laterales y respaldo ajustable eléctricamente. Este enfoque múltiple demuestra una versatilidad que potencia tanto practicidad como estética.
El sistema de control empleado, bautizado como Halo Pilot, incluye funciones avanzadas como control de crucero adaptativo, autoparking, maniobra de marcha atrás autónoma y equilibrado automático a baja velocidad. Algunas de estas tecnologías, usualmente reservadas al sector de las cuatro ruedas, en niveles premium, ofrece detección de obstáculos, frenada de emergencia, monitoreo de ángulo muerto y comunicación V2V entre vehículo.

Se espera que el Omo X comience a fabricarse en serie a finales de 2025 e inicie sus ventas en Asia en 2026, con un precio estimado en torno a los 3 500 €. Aunque Omoway hizo su debut en Asia, el impacto de una moto urbana autónoma podría ser muy relevante también en mercados emergentes de Europa.
La compañía afirma estar al frente de la movilidad urbana sostenible, conectando su tecnología (Halo Pilot, Halo Link, sistemas AI) con soluciones ecológicas y accesibles. Omoway cuenta con inversores de prestigio como Sequoia China y ZhenFund.

La hoja de ruta antes de llegar al mercado
La tecnología de conducción autónoma para motocicletas presenta varios desafíos entre los que se encuentran los siguientes hitos a superar:
- El coste se incrementa, al incorporar sensores, cámaras, inteligencia artificial avanzada y conectividad IoT, lo que eleva el precio final.
- El mantenimiento y la infraestructura (como estaciones de recarga compatibles o soporte técnico local) podrían limitar su alcance inicialmente en Europa.
- La aceptación del público, especialmente en mercados europeos donde reina una cultura de dos ruedas más simple y asequible, aún es una incógnita.

Más allá de la moto: herencia tecnológica de Xpeng
La trayectoria de Omoway está vinculada con Xpeng, que desde 2021 lidera el desarrollo de vehículos eléctricos con conducción autónoma de nivel 3 y alta integración de IA. Sus modelos equipan sistemas como XPILOT, son capaces de actualizaciones OTA y se benefician del chip Turing y la potente arquitectura cloud de Xpeng, con 254 TOPS por unidad y miles de millones de parámetros para IA
Este planteamiento se refleja en el Omo X, nacida del equipo que lideró la innovación en Xpeng fusionando IA, ADAS, diseño modular y movilidad urbana productiva. Aunque queda por ver si aterriza en Europa, el Omo X marca un hito: la conducción autónoma ya no es solo cosa de cuatro ruedas; también llega sobre dos, rediseñando la idea de movilidad urbana sostenible del siglo XXI.