FreeFlow, el motor central para bicicletas eléctricas que es prácticamente invisible

El motor eléctrico de FreeFlow se oculta detrás del plato de manera que su presencia pasa completamente inadvertida. El sistema ofrece una asistencia muy natural al pedaleo del ciclista hasta los 25 km /h.

 La unidad FreeFlow varía según cada bicicleta y las especificaciones que integre. En la versión que se ha utilizado para su presentación presenta un aspecto particularmente discreto.
La unidad FreeFlow varía según cada bicicleta y las especificaciones que integre. En la versión que se ha utilizado para su presentación presenta un aspecto particularmente discreto.
13/04/2022 14:00
Actualizado a 13/04/2022 14:03

La startup escocesa FreeFlow Technologies ha lanzado al mercado un nuevo motor para bicicletas eléctricas que se monta en posición central, es decir en el eje del pedalier y que por su reducido tamaño, es prácticamente invisible. Gracias a este diseño tan discreto, su integración en el cuadro de una bicicleta es mucho más elegante sin perder potencia y rendimiento. El motor incluye también la transmisión patentada lo que se traduce en una experiencia de pedaleo muy natural.

En las bicicletas eléctricas el motor que asiste al pedaleo del ciclista puede colocarse en varias posiciones, dependiendo de su tipología y los requerimientos de potencia. Para las bicicletas urbanas y de bajo precio se suele recurrir a un motor situado en el buje de una de las ruedas. Si bien es habitual que se escoja la trasera, para que el trabajo que realice sea de propulsión y no de tracción, lo que da mayor estabilidad, hay casos en los que se monta en el buje de la delantera. Estos motores quedan bastante disimulados a la vista puesto que se esconden detrás del cassette del cambio, que prácticamente los oculta por completo.

Para aquellas bicicletas eléctricas que requieren mayor rendimiento y una conducción más estable, el motor se coloca en posición central, es decir, sobre el eje del pedalier. En estos casos, al ser muy voluminosos no pueden ocultarse tras el plato y las bielas y quedan muy a la vista. Si bien este es el estándar de la industria para este tipo de bicicletas, poco a poco están surgiendo una serie de productos que tratan de ofrecer la estabilidad de manejo de un motor central al mismo tiempo que favorecen el diseño del cuadro con unidades de accionamiento cada vez más pequeñas e imperceptibles.

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La unidad FreeFlow varía según cada bicicleta y las especificaciones que integre. En la versión que se ha utilizado para su presentación presenta un aspecto particularmente discreto.

Es el caso del motor presentado por la startup escocesa FreeFlow, que desde 2012 ha trabajado para desarrollar un sistema de accionamiento escalable y diseñado para integrarse en bicicletas eléctricas de diferentes estilos. Su objetivo era desarrollar un accionamiento con una relación potencia peso superior a la media del mercado. En su versión actual FreeFlow tiene una potencia máxima de 290 W y su peso está entre los 2,5 y los 3,5 kilogramos.

A diferencia de los típicos motores de gran volumen, la transmisión de FreeFlow se integra mejor en el diseño del cuadro manteniendo el aspecto general de una bicicleta convencional. Según indica el fabricante, el diseño se combina con una caja de cambios armónica de "flujo libre" que hace que las sensaciones de pedaleo sean comparables a las de una bicicleta normal, ya sea con la asistencia activada o desactivada.

El sistema de transmisión patentado está formado por dos rodamientos unidireccionales lo que significa que si el ciclista deja de pedalear bruscamente o retrocede, no hay riesgo de dañar el motor. Esta tecnología permite utilizar un motor de alta velocidad, reduciendo su tamaño para alojarlo en el interior del cuadro, dando como resultado un sistema potente, ligero y compacto: un plato pequeño, de 34 dientes, lo oculta completamente.

El sistema modular de FreeFlow permite a los fabricantes optar por una batería montada en el tubo inferior inclinado con la posibilidad de que sea fija o extraíble. Esta batería añade un peso extra que varía entre 1,5 y 2,5 kilogramos. Además, la posibilidad de que se conecte externamente permite que se puedan añadir más baterías que funcionarían como extensores de autonomía. El tiempo para recargar la batería se estima sobre las cuatro o cinco horas.

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Con un peso total (incluida la batería) de entre 4 y 6 kilogramos, el sistema FreeFlow permite desarrollar bicicletas eléctricas muy ligeras.

Las especificaciones que se logran con él dependerán de la implementación que realice cada fabricante. La unidad por si misma ofrecerá múltiples modos de salida y asistirá al pedaleo hasta los 25 km/h, tal y como exige la normativa EPAC.

En noviembre de 2021, FreeFlow anunció que estaba trabajando con el fabricante británico de bicicletas Gravel Twnpa Cycles, que ha implementado su sistema en uno de sus cuadros de madera únicos hechos a mano. FreeFlow dice también que docenas de otros fabricantes han solicitado información sobre su producto y todo el hardware que integra para montarlo en diferentes tipologías, desde bicicletas eléctricas de montaña hasta de carretera.

Sobre la firma
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Gonzalo García

Redactor y probador especializado en vehículos eléctricos y movilidad sostenible. Escribe en Híbridos y Eléctricos desde 2017. Es ingeniero de Caminos por la Universidad Politécnica de Madrid y Técnico especialista en vehículos híbridos y eléctricos por la SEAS. Ha trabajado en medios como Movilidad Eléctrica y Km77.