Es posible que el nombre Smalo no resulte familiar, especialmente porque es una marca de bicicletas eléctricas creada en 2023. Sin embargo, tiene tras de sí la experiencia de su empresa matriz, BESV, que lleva en el sector desde 2013. Se trata de una marca consolidada que ahora está volcando todo su conocimiento en Smalo. El resultado que se puede esperar son bicicletas eléctricas diferentes, tanto en diseño como en funcionalidad, en comparación con las propuestas de otras empresas.
Una de las dos bicicletas que Smalo está preparando para lanzar al mercado es la LX2. Está diseñada para combinar elegancia, potencia y autonomía en los desplazamientos urbanos. Sin embargo, estas características no son lo realmente diferenciador. Su mayor novedad es que está dotada de un sistema de inteligencia artificial capaz de controlar los aspectos cruciales de los viajes.
Todo lo que puede hacer la inteligencia artificial por ti
El hardware y el software conjuntos han sido bautizados por el fabricante como Smalo Smart Mode, un ecosistema que promete las sensaciones ciclistas más naturales y el mayor confort de marcha posible. Controla un cambio de marchas de siete relaciones con el que en cada pedalada el ciclista genera la potencia necesaria para enfrentar cualquier tipo de terreno.
En el buje de la rueda trasera se encuentra lo que en primera instancia parece un motor eléctrico que asiste al ciclista. Pero no lo es. En su interior se encuentra todo el hardware que Smalo necesita para gestionar los cambios de un Shimano Nexus modificado para ser controlado por el software inteligente.
Pero el verdadero cerebro de la LX2 no se encuentra ahí. El tubo superior del LX2 es un poco diferente al de otras bicicletas de mercado. Principalmente, porque ha sido modificado para esconder en él la unidad de procesamiento central de esta bicicleta.
Más allá de la experiencia de cambio fluida, controlada por la inteligencia artificial, la LX2 cuenta con todo lo que tienen otras bicicletas eléctricas. El motor eléctrico que se encarga de asistir al ciclista se encuentra situado en la rueda delantera. Genera 250 W de potencia, aunque el fabricante no menciona el dato que realmente sirve para conocer sus prestaciones: el par que es capaz de entregar en cada pedalada. La velocidad máxima es de 20 mph (32 km/h), superior a la permitida por la legislación en la UE, pero que, según el fabricante, es posible limitar por software para ajustar su límite a otras regiones.
La batería está integrada en el tubo diagonal y tiene una capacidad de 504 Wh. Smalo asegura que puede asistir al ciclista durante 119 km con una carga completa, una cantidad suficiente para cualquier desplazamiento diario. Una vez agotada, la recarga puede demorarse aproximadamente cuatro horas.
En cuanto al diseño, Smalo entregará una bicicleta construida en aluminio que, una vez equipada con todos los componentes electrónicos, pesa unos 23 kilogramos. Su geometría responde a un diseño urbano, manteniendo al ciclista en una posición erguida y elevada gracias a que se apoya en ruedas de 28 pulgadas de diámetro. Están revestidas de unos neumáticos Schwalbe Big Apple Perf con una sección transversal de 50 mm, lo suficientemente anchos como para absorber baches e incluso aventurarse por caminos de grava. También integra un sistema de frenos de disco hidráulicos y un faro.
Para obtener más información, la LX2 cuenta con una aplicación que complementa a la que la bicicleta muestra a través de su pantalla. Con ella se puede realizar un seguimiento de la ubicación de la bicicleta en caso de robo, supervisar los niveles de batería y realizar otras funciones útiles, como planificar rutas. Esta última característica es parte del Smalo Smart Mode, que incluso puede calcular rutas optimizadas para cada ciclista en función de sus capacidades.
Actualmente,es posible realizar una reserva de la LX2 a través de su página web adelantado un depósito de 150 dólares (140 €). El precio final a desembolsar es de 2.680 dólares (unos 2.500 € al cambio actual). Las entregas están programadas para el año que viene. Smalo garantiza que, si en los primeros 15 días el cliente no está satisfecho con su Smalo, puede devolverla sin tener que responder preguntas.
