Pesan más de 40 toneladas, pero el CEO de MAN lo tiene claro: "Un camión eléctrico se amortiza en dos años y medio"

El consejero delegado de MAN Truck & Bus, Alexander Vlaskamp, defiende que el camión eléctrico pesado ya puede cuadrar números en dos años y medio o tres frente a un diésel.

CEO MAN TRUCK BUS camiones
El CEO de MAN cree que un camión eléctrico se puede amortizar en dos años y medio.
27/08/2025 16:15
Actualizado a 27/08/2025 16:18

MAN se declara bien posicionada para la expansión de la electromovilidad. Sus camiones eléctricos llevan meses trabajando con clientes y la producción en serie arrancó en junio de 2025. Según el CEO de la compañía, Alexander Vlaskamp, es el fabricante de pesados eléctricos que más crece en Europa en el último semestre y acumula más de 700 pedidos firmes.

No obstante, admite que el cuello de botella no está en los vehículos sino en la red de recarga. MAN reclama que los operadores y administraciones aceleren la instalación de puntos de 3 megavatios en bases logísticas y corredores, porque sin potencia y ubicaciones claras los clientes no pueden planificar la operación ni la renovación de flota a varios años vista.

Alexander Vlaskamp, CEO de MAN Trucks, ha explotado en su última entrevista.
Alexander Vlaskamp pide peajes que premien la descarbonización.

El CEO asegura que un camión eléctrico se amortiza en dos años y medio

En números, Vlaskamp aseguraba recientemente en una entrevista a Business Insider, que un camión eléctrico se puede amortizar en dos años y medio. Eso sí, para ello debían alinearse tres puntos imprescindibles: energía más barata y predecible, peajes que premien la descarbonización y cargadores de muy alta potencia allí donde operan los camiones.

En paralelo, el directivo pide acción política para que la electromovilidad se sostenga. Por ejemplo, con medidas como mantener y aplicar sin retrasos la exención de peajes para camiones eléctricos hasta 2031; reinvertir al menos la mitad de la recaudación anual por peajes, unos 7.000 millones de euros, en infraestructura y programas de apoyo (en especial para pymes); y fijar un precio industrial de la electricidad para el transporte que sitúe el kWh entre 0,20 y 0,30 € (frente a los 0,45–0,50 € habituales en puntos públicos). Con esa combinación, sostiene que el camión el eléctrico “se amortiza en 2,5–3 años” frente a un diésel equivalente.

El MAN eTGX irá preparado con el estándar de carga rápida MCS, que admitirá más de 1 MW.
El MAN eTGX puede llegar a pesar hasta 44 toneladas.

En autobuses, MAN ya opera en otra liga: más de 2.500 urbanos eléctricos circulan en Europa y suman más de 100 millones de kilómetros. Ese desempeño, dice el CEO, refleja la madurez del producto y una red de servicio capaz de sostener flotas exigentes. Incluso en el sur de Europa la marca asegura haber ganado cuota y recuperado clientes frente a competidores asiáticos.

Más de 1.000 millones de euros de inversión en Alemania

De puertas adentro, MAN apunta a una empresa financieramente sólida y anuncia más de 1.000 millones de euros de inversión en Alemania en los próximos años, incluyendo formación de su plantilla en electrificación y conducción automatizada. Actualmente, la firma cuenta con los camiones eléctricos eTGS y ETGX. Este último pesa desde 20 toneladas y llega hasta las 44 toneladas, según el chasis y los packs de baterías instalados, que llegan hasta los 560 kWh. 

La compañía también invierte desde hace años en sistemas de conducción automatizada y ve realista una implantación ampliada en 3 a 5 años, siempre que el marco legal y las inversiones en red y digitalización de la infraestructura vayan al ritmo adecuado. Aun así, reconoce que las exigencias de CO2 de la UE obligan a reservar recursos financieros, lo que complica escalar más rápido estas tecnologías. De ahí su llamamiento a una estrategia europea coordinada que evite dependencias tecnológicas externas.

Y aunque el camión eléctrico es el pilar, MAN también explora otras tecnologías alternativas para usos y regiones específicas. Entre ellas, el motor de combustión de hidrógeno aprovechando plataformas derivadas de los actuales motores de metano y diésel. En este frente colabora con proveedores alemanes como Mahle, Bosch y Voith.