Al igual que el resto de vehículos de la carretera, los camiones, furgonetas y autobuses tienen que adaptar su movilidad para reducir las emisiones contaminantes. Nikola ha sido durante mucho tiempo la gran esperanza para los camiones de hidrógeno. Sin embargo, la empresa no ha conseguido sobrevivir a sus problemas y hace tres meses decidió declararse en quiebra. La falta de liquidez les obligó a cerrar la fábrica y hoy una subasta pública pone a la venta todos los objetos de la misma con la intención de saldar las numerosas deudas. En el inventario se cuentan 103 camiones totalmente terminados y listos para rodar.
Si sigues un poco la actualidad de la industria sabrás que Nikola ha sido durante mucho tiempo una de las empresas más escuchadas dentro del panorama industrial. La compañía fue fundada en 2014 por Trevor Milton. Como en muchas otras historias modernas, Milton prometió una gran revolución para la industria de los vehículos pesados. El hidrógeno iba a convertirse en la piedra angular de la movilidad industrial. Sin embargo, los datos reales de la empresa demostraban las mentiras de su presidente y fundador que acabó detenido y juzgado por fraude. Se estima que los inversores llegaron a perder 660 millones de dólares.

Todo lo necesario para fundar una nueva empresa a bajo coste
A pesar de que fueron muchos los intentos por mantener la empresa a flote tras la dimisión de Milton en septiembre de 2020, Nikola ha ido dando tumbos desde entonces. Finalmente, la junta directiva ha tomado la decisión de cerrar todo y buscar soluciones para captar fondos. A Nikola no le ha ayudado la situación de la movilidad basada en el hidrógeno. A pesar de presentar enormes cualidades, el elemento más abundante del mundo no ha resultado ser la alternativa que muchos creían. Pocas empresas mantienen a flote sus proyectos basados en el hidrógeno.
Echando un vistazo al inventario que Gordon Brothers ha realizado, podemos apreciar una gran cantidad de material y herramientas disponibles para la subasta. Lo más interesante de todo el lote es la presencia de 103 camiones que según la empresa subastadora están “plenamente operativos”. Es decir, están listos y acabados para iniciar el servicio activo. Obviamente su precio de subasta será muy inferior al oficial, pero hay problemas importantes a tener en cuenta para aquellos que decidan apostar por ellos. El principal es que no hay servicio postventa. La empresa ha quebrado y los posibles problemas que surjan tendrán que ser resueltos por el nuevo propietario.

Por no hablar de la poca o nula infraestructura de carga de hidrógeno presente en Estados Unidos. Se desconoce cuánto generará la subasta de todos los bienes de Nikola. Posiblemente, los camiones acabados sean lo menos atractivo de todo el inventario. En él también se encuentran otras piezas fundamentales como la cabina, los motores y muchos otros componentes. Lo mejor de todo es que en el listado de elementos a subasta se incluyen los equipos para el abastecimiento de hidrógeno. Es posible crear una hidrogenera autosuficiente, pero suponemos que no es la mejor idea del mundo.