Los coches eléctricos son cada vez más habituales en nuestras calles y cada vez son más los conductores que se animan hacerse con su primer vehículo de baterías. Aunque la tendencia es positiva, entre quienes nunca han conducido un coche de cero emisiones suele haber reticencias más o menos comunes que, en general, tienen bastante que ver con la autonomía.
Recurrent, una start-up especializada en el análisis de baterías, ha publicado en LinkedIn un resumen del año 2025 basado en 10 gráficos que han elaborado con los datos que han recopilado. Los que atañen a la autonomía y a la ansiedad por la falta de ella demuestran que la realidad es muy diferente a lo que se piensa que es.

Nadie exprime la autonomía de su coche al máximo
Desde que empezaron a venderse coches eléctricos al público general, una de las mayores preocupaciones ha sido que su autonomía es mucho menor que la de un modelo de gasolina o diésel. Es algo que con el paso del tiempo y la llegada de baterías más grandes y mecánicas más eficientes se ha ido arreglando, pero la idea sigue en el aire. La realidad es que, por mucho que se diga, la mayoría de los conductores no usa en su día ni una pequeña fracción de todo lo que puede dar de sí su vehículo.
Como la empresa es estadounidense, los datos están en millas y hacen referencia a la experiencia de conducción de Estados Unidos, pero sirve como referencia. Los conductores quieren cada vez más autonomía en sus vehículos, pero de media recorren 45 millas al día, unos 72 kilómetros, que es bastante más que en Europa, ya que allí las distancias son más grandes.
Analiza, además, la media de uso en función de las capacidades de las baterías de los coches. Quienes tienen una autonomía de 400 millas dejan el 92,1 % sin usar, en los que el vehículo tiene 300 millas les sobra el 88 %, para los de 200 millas sobra el 86,6 % y en un vehículo de 100 millas se deja sin usar el 80,3 %. De estos datos se puede extraer que cada conductor se hace con un vehículo acorde a sus necesidades y que, aún así, siempre hay mucha más distancia disponible de la que se usa en el día a día.
La ansiedad por autonomía cae en picado
La ansiedad por autonomía es uno de esos nuevos conceptos que han llegado con la popularización de los coches eléctricos. Hace referencia a la sensación de que el coche no va a llegar hasta donde debe, que no hay puntos para recargar el vehículo y que se va a acabar quedando tirado en la carretera. Según los datos de Recurrent, es algo que preocupa más en la teoría que en la práctica.
Antes de tener un coche eléctrico en propiedad, la ansiedad por autonomía es del 48 %, pero una vez se tiene un modelo de baterías, se desploma hasta el 22 %. Es algo que tiene sentido ya que el rango medio de uso es del 12,6 %, con los conductores dejando sin usar el 88 % de la capacidad de la batería de su coche en sus trayectos diarios.
Brent Gruber, director ejecutivo de la práctica de vehículos eléctricos en J.D. Power, consultado por la compañía, explica que la tendencia respecto a los EV es positiva: “Tras cinco años de realizar este estudio y encuestar a miles de propietarios de vehículos eléctricos, es evidente que una vez que los consumidores se suman al mercado de los vehículos eléctricos, es muy probable que sigan comprometidos con la tecnología”.

