Occidente lleva años obsesionada con la autonomía. Que si 600 kilómetros, que si 800, que si baterías de estado sólido... Pero mientras nosotros nos peleábamos por ver quién la tiene más grande (la batería, se entiende), China ha decidido cambiar las reglas del juego. No se trata de cuánto llegas, sino de cómo lo haces. El gigante asiático acaba de anunciar el primer estándar obligatorio del mundo de eficiencia energética para vehículos eléctricos. Una norma que va a poner en un aprieto a más de un fabricante que se ha pasado de la raya con el peso.
La noticia, adelantada por fuentes chinas no es una simple sugerencia. A partir de 2026, cualquier coche eléctrico que quiera venderse en el mayor mercado del mundo tendrá que pasar por el aro de la eficiencia. Y aquí es donde la cosa se pone seria: para los modelos de más de dos toneladas (un peso habitual hoy en día en cualquier SUV eléctrico medio), el consumo máximo permitido será de 15,1 kWh por cada 100 kilómetros.

Una bofetada de realidad para los SUV "pijos"
Seamos honestos: nos hemos acostumbrado a ver auténticos tanques eléctricos por nuestras carreteras que, bajo la bandera de las "cero emisiones", consumen energía como si no hubiera un mañana. En Europa, donde el sector pisa el freno ante los objetivos de 2035, seguimos midiendo el éxito por el tamaño de la pantalla central. China, en cambio, sabe que la energía no es infinita y que un eléctrico ineficiente es un error de ingeniería.
La nueva normativa establece diferentes tramos según el peso del vehículo (CLTC):
- Coches de menos de 1.000 kg: No podrán superar los 10,1 kWh/100 km.
- Segmento medio (1.500 kg aprox.): El límite se queda en unos 12,2 kWh/100 km.
- Los "pesos pesados" (más de 2.000 kg): Tope de 15,1 kWh/100 km.
Si tenemos en cuenta que muchos SUV eléctricos actuales que se venden en España flirtean con los 20 o 22 kWh -incluso más- de consumo real en autopista, el mensaje es claro: o adelgazas o te vas. China está obligando a sus marcas (y a las nuestras que quieran fabricar allí) a invertir en aerodinámica y gestión térmica, y no solo en meter pilas más grandes y pesadas.

Europa, otra vez con el paso cambiado
Mientras la Unión Europea endurece sus normas de emisiones y pone en jaque a marcas como Volkswagen, Pekín va un paso por delante. Allí no te multan por vender pocos eléctricos; te prohíben venderlos si no son eficientes. Es una jugada maestra para limpiar el mercado de "chatarra tecnológica" y obligar a la industria a ser competitiva de verdad.
¿Qué significa esto para Europa? Pues que las marcas chinas que aterrizarán en el Viejo Continente en los próximos años vendrán con la lección aprendida. Si un coche tiene que cumplir con estas exigencias para sobrevivir en su país de origen, llegará al Viejo Continente siendo una máquina de eficiencia imbatible. China vuelve a sentar un peligroso y actualizado precedente que obliga a las marcas europeas a mejorar en aspectos donde resulta complicado sacar provecho. Echando un vistazo a la lista de los 10 coches de mayor autonomía de Europa, pocos son los que reducen el consumo por debajo de la barrera de los 18 kWh/100 km (WLTP).