Mercedes-Benz ha presentado el ELF (Experimental-Lade-Fahrzeug), un innovador vehículo de pruebas que funciona como laboratorio móvil para el desarrollo de tecnologías de carga a un megavatio (MCS). Basado en una furgoneta Mercedes-Benz Clase V, el prototipo ELF busca resolver uno de los mayores retos de la movilidad eléctrica: reducir los tiempos de carga hasta equipararlos con los del repostaje de combustible tradicional.
“El próximo desafío no es la autonomía, sino la comodidad”, afirma Malte Sievers, jefe de desarrollo de carga de Mercedes. “Queremos que cargar un coche eléctrico sea tan rápido y sencillo como llenar un depósito de gasolina.”
900 kW y más: la frontera de la carga extrema

El Mercedes-Benz ELF integra cinco puertos de carga diferentes, incluyendo dos sistemas CCS de alta potencia y un puerto MCS (Megawatt Charging System) desarrollado originalmente para camiones eléctricos.
Con el sistema CCS dual, el ELF puede alcanzar una potencia de carga de 900 kW, lo que equivale a añadir 100 kWh en apenas 10 minutos a una corriente de 1.000 amperios. Sin embargo, el MCS va aún más allá: supera los 1.000 kW, sometiendo las baterías a cargas extremas para evaluar su resistencia térmica y estabilidad estructural.
Estas pruebas ya están dando resultados. Los avances del ELF inspiraron la arquitectura de carga del Mercedes-AMG GT XX Concept, que alcanzó un récord de 1.041 kW de potencia durante una sesión en el circuito de Nardò.
Carga bidireccional y energía doméstica

El ELF también experimenta con carga bidireccional, permitiendo que un vehículo suministre energía al hogar (V2H), a la red eléctrica (V2G) o a otros dispositivos (V2L).
A partir de 2026, Mercedes ofrecerá el servicio MB Charge Home en Reino Unido: un paquete que combinará un wallbox inteligente con gestión energética doméstica, permitiendo que el coche actúe como batería auxiliar. Según la marca, un vehículo eléctrico típico podría alimentar una casa durante varios días, reduciendo la factura energética considerablemente.
El fabricante también planea implementar un sistema de “cuenta energética virtual”, mediante el cual los usuarios podrán ganar créditos por devolver energía a la red, usándolos después para abaratar futuras recargas.
Carga solar e inductiva: hacia los 5 minutos ideales
El Mercedes-Benz ELF incorpora además carga inductiva inalámbrica de 11 kW, ideal para “snack charging” durante paradas cortas, y un techo solar fotovoltaico que puede añadir hasta 30 kilómetros de autonomía diaria en condiciones óptimas.
Con todas estas innovaciones, Mercedes busca acercarse a su objetivo final: recargar 800 kilómetros en cinco minutos, una meta que, según la marca, podría ser alcanzable antes de 2030 gracias a la tecnología desarrollada con el ELF.
“Lo que antes parecía ciencia ficción, ahora está a pocos años de hacerse realidad”, concluye Sievers.