Las alertas por lluvias y tormentas vuelven a ser protagonistas en nuestro país. En concreto, Cataluña y Valencia son las comunidades que se encuentran en alerta por un fuerte temporal. Ante esta situación, siempre se repite la misma pregunta: ¿es seguro conducir un coche eléctrico cuando hay charcos, balsas o zonas parcialmente inundadas?
La respuesta es corta y clara: absolutamente sí. Los coches eléctricos están diseñados para ser conducir bajo lluvias y tormentas, pero es importante saber que hay límites. No nos referimos a una posible electrocución o riesgos similares para el ocupante, sino a perder el control del coche (aquaplaning), una situación de la que no se salva ningún vehículo, sea cual sea su sistema de propulsión. Por ello, la DGT recuerda que con el suelo mojado es sumamente importante aumentar notablemente las distancias de frenado, especialmente, si las balsas de agua son muy peligrosas.

Los peligros de atravesar grandes cantidades de agua
A nivel normativo, los vehículos eléctricos que se comercializan en Europa deben cumplir la Reglamentación UNECE R100 Rev.3, que fija requisitos de seguridad eléctrica del sistema de alta tensión y ensayos de estanqueidad y aislamiento. Además, la ISO 6469-3 establece protección frente a choque eléctrico o ante incidentes térmicos. Este marco explica por qué, en condiciones normales (lluvia, charcos poco profundos, lavaderos automáticos), no hay riesgo de electrocución para los ocupantes.
El peligro real al cruzar agua viene por la dinámica y la altura. Si la lámina supera determinados umbrales, el coche puede flotar parcialmente y perder dirección. Organismos y clubes de automovilistas recomiendan evitar atravesar agua profunda. Como referencia, se desaconseja pasar por agua de más de 10 centímetros con turismos convencionales. Es una guía conservadora que aplica también a eléctricos si no hay una cota de vadeo oficial publicada.
Si no queda otra que cruzar, se recomienda abordar la acción muy despacio y con trayectoria recta, evitando “olas” y aceleraciones bruscas. Se desaconseja circular detrás de camiones que generen oleaje, y si se duda de la profundidad, no entrar. Tras el paso, frenar suavemente unos metros para secar discos y comprueba alertas en el cuadro. La DGT incide en conducción suave, mantener distancia y atención extrema con balsas por su capacidad de desestabilizar el vehículo.

Si te sorprende una inundación, da la vuelta si puedes. Nunca hay que fiarse de la profundidad aparente, evitar corrientes y recordar que el peligro mayor es quedarse inmovilizado. Si el vehículo se cala o queda detenido en agua profunda, evacúa con seguridad y llama a asistencia. No intentes arrancar ni cargar el coche después de una inmersión hasta que un servicio técnico lo inspeccione.
¿Podemos cargar un eléctrico bajo la lluvia?
En este caso, también seguro cargar un coche eléctrico bajo la lluvia, siempre y cuando se haga con equipos homologados y en buen estado, diseñados para la interrumpiere. Lo que nunca se debe hacer es intentar cargar si el punto o el conector han estado sumergidos o hay daños visibles. El propio fabricante Tesla, en su guía de “vehículo sumergido”, aconseja no manipular ni cargar un coche que haya sufrido inmersión y seguir procedimientos específicos.

Por tanto, en resumen, un coche eléctrico puede circular bajo lluvia y atravesar charcos o láminas poco profundas con normalidad gracias a su diseño y normativa de seguridad. Por el contrario, no es buena idea cruzar grandes balsas ni agua en movimiento, y mucho menos agua salada tras temporales. Conduce suave, evita profundidades desconocidas, respeta la cota de vadeo y no manipules ni cargues un vehículo que haya estado sumergido. Así se minimizan riesgos para las personas y para el propio vehículo.