China ha levantado la prohibición que impedía a Nexperia, fabricante holandés de microchips propiedad del grupo chino Wingtech Technology, exportar sus productos desde el país asiático. La medida supone un respiro para la industria del automóvil global, que depende de los semiconductores de Nexperia para la producción de sistemas electrónicos y componentes críticos.
Según informa Bloomberg, el consejero delegado del proveedor automotriz Aumovio, Philipp von Hirschheydt, confirmó que ya ha vuelto a adquirir productos de Nexperia después de que el Ministerio de Comercio chino retirara el veto, tras un gesto de Países Bajos: renunciar al control directo de la compañía.
Una disputa por el control tecnológico europeo

El origen del conflicto se remonta a octubre, cuando el Gobierno holandés invocó de forma “altamente excepcional” la Ley de Disponibilidad de Bienes, alegando que las tensiones internas de Nexperia ponían en riesgo “capacidades tecnológicas estratégicas” de Europa. La decisión otorgaba al Ministerio de Economía holandés poder para bloquear decisiones empresariales y preservar la cadena de suministro de semiconductores dentro del continente.
Sin embargo, el movimiento fue interpretado por Pekín como una intervención indebida en una empresa controlada por capital chino, y China respondió prohibiendo la exportación de chips fabricados en sus plantas, afectando directamente a fabricantes europeos de automóviles y electrónica de consumo.
Durante el conflicto, la filial china de Nexperia declaró su independencia operativa, desobedeciendo las directrices de la matriz en Nimega (Países Bajos) y animando a sus empleados a actuar de forma autónoma.
Washington también interviene

En paralelo, Estados Unidos presionó al Ejecutivo holandés para sustituir al consejero delegado de Nexperia, Zhang Xuezheng, bajo amenaza de incluir a la empresa en una lista negra comercial. Washington mantiene desde 2024 a Wingtech Technology bajo supervisión, al considerarla parcialmente controlada por la Comisión Nacional China de Supervisión y Administración de Activos del Estado.
Estas presiones forman parte del pulso global por el control del suministro de semiconductores, un sector considerado crítico para la seguridad nacional y la transición tecnológica, tanto en Europa como en Estados Unidos.
Repercusiones industriales y alivio global
Con la reapertura de las exportaciones, la industria automovilística europea respira aliviada. Los chips de Nexperia son fundamentales para la fabricación de componentes electrónicos en vehículos eléctricos, sistemas de asistencia a la conducción y módulos de energía.
El desbloqueo también reduce temporalmente la tensión diplomática entre Pekín y Ámsterdam, en un momento en el que la Unión Europea busca reforzar su autonomía tecnológica con la implementación del European Chips Act.
No obstante, los analistas advierten que este episodio refleja la vulnerabilidad estratégica de Europa frente a su dependencia de proveedores asiáticos. “Este caso muestra cómo la geopolítica puede detener en seco cadenas de valor esenciales”, señaló un experto del Instituto de Estudios de Comercio Internacional de Bruselas.